CUANDO SEAS MADRE O PADRE

Al próximo Ministro de Economía debería exigírsele haber sido madre. No es discriminación positiva sino que en lo que a aprovechamiento de recursos se refiere, creo que nadie controla más que ellas. Transformar un cocido en un budín, un arroz, sopa, bechamel y ropa vieja, por ejemplo o que para cenar siempre haya opción de Cola Cao, tortilla francesa, huevo a los 5 minutos o el omnipresente "restos", eso no te lo enseñan en la Universidad.

Cuando te conviertes en madre se te confieren una serie de superpoderes. Como el de encontrar las cosas. Enhorabuena! pero he de confesarles que los triunfos en este aspecto son poco reconocidos... A cambio de esto devendrá usted en un ser un tanto repetitivo. No se lo tomen a mal...hasta ustedes mismas se delatan con el "Pero cuántas veces tengo que decir las cosas?" La repetición como base de la educación es su modus operandi y así todos tenemos en la mente la frase "Eso siempre lo dice mi madre"
Os queremos pero os repetís. Mucho.
Pero cuando seas madre también tendrás la facultad de tener la razón. Si con 15 años una madre dice que no le gusta nada tu amigo que "Ese niño no va a acabar bien", con 25 le cuentas que sales con él y te repite que "Ese niño no va a acabar bien" y cuando a los 30, efectivamente, es un pobre diablo, te recalcará, varias veces, que "Siempre dije que no iba a acabar bien"

Cuando seas madre te ocuparás de comprar la ropa interior y los calcetines e intentarás colarlos como regalo de Reyes. Sabrás trucos como que la miga de pan sirve para borrar cuando no tienes goma o que una cebolla con clavos hace que los niños no tosan por la noche.

Cuando seas madre la paciencia se te estira en una proporción directamente proporcional a la capacidad para no escuchar nada de lo que ocurre alrededor. Distinguirás un "Mamá" de otro. El de ven-ya-que-me-tienes-que-limpiar, el de me-están-pegando-otra-vez, o el de creo-que-muero. Sólo en el último reaccionarás con un "Estaos quieeeetos" pero ese nivel de "Master madre" son años de experiencia.

Cuando seas madre los mensajes no se mandan, se "ponen", te querrás hacer la guay diciendo "furgalla" en vez de furgoneta, te engancharás a todos los juegos absurdos de Facebook y no pararás de enviar solicitudes, dirás "Llevas el DNI?" cada vez que tus hijos viajen y soltarás un "No te voy a vivir toda la vida" cuando tengas ocasión (Bueno, esto es cuando seas MI madre)

Cuando seas padre comerás dos huevos, claro. Los mismos que se te pondrán de corbata cuando a las 5 de la mañana la niña aún no esté en casa. Si fumas, encenderás un cigarro y pensarás que tú también fuiste joven y que seguramente se lo esté pasando bien por ahí con sus amigas. O se lo esté pasando bien en un portal con un amigo...o en alguna cuneta... y ten cuidado no te quemes que se te cae la ceniza encima del pijama. Y no, el 091 no será una opción.

Cuando seas padre pondrás el cerrojo. Es así. De repente un día empiezas a ponerlo. Por seguridad, primero, para fastidiar a tus hijos cuando llegan a las tantas, después.
Cuando seas padre abrirás la puerta algún día y dirás "Qué coño de horas son estas?". (Bueno, esto es cuando seas MI padre)

Cuando seas padre o madre querrás saber qué narices le pasa a tu hijo cuando entra por casa y no lo hace con una sonrisa. Pues habrá tenido un mal día o estará cansado...no es más que eso. No hay por qué preocuparse. Pero lo harás. Y no hay por qué preguntarle. Pero lo harás.

Cuando seas padre o madre reñirás. Si no quieres hacerlo, siempre tendrás la opción de pasarle la bola a tu pareja pero, si algo he aprendido, es que los padres que marcan, son los padres que riñen. Al final, después de mucho tiempo te acabarán entendiendo. A lo mejor no lo hacen hasta que tus propios hijos tengan a sus propios hijos pero entonces, incluso aunque ellos decidan hacerlo de otra forma...te entenderán.

Cuando seas padre o madre decidirás cuál va a ser tu estrategia para imponerte: Gritar, asustar, dialogar o una mezcla de todas. Porque cuando seas padre o madre, vas a serlo los días que te apetezca...y los que no te apetezca también. Te vas a dar cuenta de que esos seres que engendraste tienen un poder sobre ti que esperas nunca descubran porque resulta que te convierten en la persona más vulnerable sobre la faz de la tierra. Pero no lo tienen que saber hasta dentro de mucho.

Reñirás y a continuación te darás la vuelta para reírte por semejante ocurrencia. Como cuando en el colegio ibas a hablar con algún profesor de tu infancia y de pronto te pide perdón para echar la tremenda bronca a la clase dejando a los niños como velas. Luego te volvía a mirar con cara de "Pobres diablos" Y tú pensabas "Era así?? Con el miedo que dabas!!"

Y es que cuando seas padre o madre vas a ser muy imponente. Hasta que un día no lo serás tanto. Pero aunque dejes de imponer, si lo haces medianamente bien, nunca dejarás de importar.

Así que aprovecha y utiliza esos superpoderes que te dan el día que te conviertes en padre o madre. Aprovecha mientras que son pequeños e inocentes. Mientras son adolescentes e insoportables. Mientras son jóvenes e imprudentes. Mientras que aún no se han convertido en adultos sin que casi te hayas dado cuenta. Mientras que aún no ha llegado el día en que ellos te digan "Mamá, papá...voy a ser padre"

Pero lo cierto es que ni si quiera ese día dejarán de ser tus hijos.

Se lo dedico a Santi que aunque haya tenido 9 meses para hacerme a la idea, aún no me puedo creer que vaya a ingresar en este club.

P.D. Martina, filliña, sal ya y deja de hacerte la (re)molona.
        Fdo: tu tía que está deseando conocerte.
 

ASESINATO A LAS 5

Hay un tema que me perturba desde hace mucho. Creo que merece ser tratado en algún sitio serio donde se tomen decisiones serias que afecten a la vida de las personas. En el Parlamento? He dicho serio.

La cuestión es:

Por qué la mantequilla en los bares nunca es untable? 

No, a ver, para alguna gente, entre las que me encuentro, el desayuno es sagrado. En casa y/o fuera. Por la mañana y por la tarde. Merendar dices? sí...pero es que la merienda no deja ser un desayuno tardío.

Entonces te encuentras en una cafetería con encanto y genuina, o en alguna de estas que proliferan ahora con tazas diferentes, sillas diferentes, maderas blancas, rincones muy cuquis y mensajes por las paredes del tipo "Sonríe, estás más guap@", o en la mítica cafetería de barrio, camarero uniformado con pantalón negro y camisa de manga corta que en su día fue blanca y tras la que se intuye una camiseta interior de asas...tanto me da, yo sólo quiero una tostada con mantequilla y un té así que me valen todas.

Y tampoco es que esté pidiendo que la mantequilla que te traen sea con sal (que sería un pequeño paso para el hombre y un gran paso para los tostadistas) pero hombre, no sé, que se deje querer al menos no?
Porque vamos a ver,  tú estás ahí, con tu proyecto de re-desayuno sobre la mesa, con ganas de empezar el ritual que te llevará a esos instantes de felicidad derivados de una simple ecuación: pan caliente+mantequilla+no pensar en nada más. Así que procedes a abrir la cápsula, coges el cuchillo y...EEERROR! Suspiro.
El cirujano que llevas dentro se arma de paciencia y comienzan unos torpes, torpísimos intentos por cortar la masa amarilla en lascas finitas porque algo de la física del colegio aún recuerdas y sabes que ese pan que miras con deseo, puede transmitir calor y derretir a la insubordinada, inadecuada y poco dialogante mantequilla.
Si un consejo les puedo dar hoy es que no subestimen a 30 gramos de mantequilla sin sal. Ha venido a luchar. Lo único que sacas de esa afrenta, de esa reyerta que me río yo de la del Romancero gitano, son tres amorfos bloques que vas depositando rápido sobre el expectante y a cada instante menos delicioso pan.

Bueno, antes de seguir tengo que reconocer que la que escribe tiene un problema con el pan. Es algo que hay que asumir y ahora puedo hablar abiertamente de ello. Está ahí, tentándote, supuestamente para engañar al hambre en los restaurantes te lo traen antes y claro, tú acabas con el tuyo, luego con el del comensal de al lado...pides que te repongan hasta 3 veces ese bollito caliente, por Dios! caliente!! Es que no tienen compasión? Luego está lo de comprar el pan de camino a casa. Que si un pellizquito, otro...otro...en fin, es algo con lo que hay que vivir...

Pero volviendo a la lucha con la masa amarilla (masilla más bien), en el último tajo que das resulta que se desliza un poco. Ahora no? Ahora? En fin, hay que reconocer que plantó cara. Observas su cuerpo mutilado sobre el pan y clamas al cielo por un milagro o porque suban la calefacción y esos átomos empiecen a fundirse. Pero no ocurre. Y tú, que ya te has visto en alguna parecida, sabes que lo que empezó mal sólo puede acabar peor. Observas tu arma homicida con la punta más roma que las tijeras de preescolar y piensas "la suerte está echada" (lo piensas en latín pero te da pereza buscar cómo se escribe en Google). Entonces es ahí cuando la más sucia, despiadada y hostil de las batallas tiene lugar. 

En realidad sientes pena por el pan. Al fin y al cabo la mantequilla se lo había buscado con su actitud, tan chulita, impertinente e inuntable. El pan no se merecía ese final. Pero sin remedio comienza una escabechina de migas que se desprenden, bloques de mantequilla que resisten estoicamente la presión, zonas de tostada que jamás verán ni de lejos un poquito de amarillo sobre ellas...y sobre todo dolor, mucho dolor.

Te das por vencida y contemplas tu obra. No es la mejor tostada que has hecho ni de lejos. Pero poco importa...porque en tu mente, en ese preciso instante, en ese exacto lugar, es la tostada perfecta. Ñam!

LA ROSA DE LOS VIENTOS

Una noche más en La Rosa de los Vientos, local de reunión del partido por la Libre Circulación Sin Obstáculos (LCSO)

- Lo de siempre

- Viste las noticias? Estarás orgulloso de tu chica eh? 35 paraguas sólo en Vigo, vallas y varios puertos destrozados. Y esto es sólo el principio...a la velocidad que se desplaza va a llegar muy lejos!

- Bueno, lo de las ciudades de costa no fue cosa de Ruth, sino de las mareas.

- Ya bueno, y qué son las mareas sin nosotros? Ruth es una campeona, toda la comunidad del Viento está orgullosa de ella. Se ha convertido en una gran ciclogénesis.

- Sí...la verdad es que hace bien su trabajo.

- Y además cree en lo que hace! Me reuní con ella antes de que saliese. Se la veía encantada con la oportunidad de colaborar a la causa. Y nada aminorada por el hecho de hacerlo justo después de Jessica que también lo hizo increíble. Qué va! Con más ganas! Nuestras chicas están dando la talla. Los tenemos donde queremos!

- Sí...bueno...hasta que vuelva el Sol.

- Pero a ti qué te pasa hoy? Es que no ves que los humanos están realmente desquiciados? Por fin hemos conseguido que reparen en nosotros! Por fin estamos viendo verdaderos resultados...

- Ya...pero para qué? me refiero, no podríamos seguir como hasta ahora?

- Qué dices? Como hasta ahora? Dejando que nos coman el terreno? Qué rápido se os olvida la historia a algunos? Que yo sepa tú también estabas en las lecciones del Profesor Vendaval no? Cuando explicó que hace miles de años los humanos no eran nada? que empezaron como una pequeña colonia? Y nosotros circulábamos como queríamos? Libres!! Con nuestros acuerdos con las montañas, con el mar pero todos en harmonía.

- Ya...sí, eso decía...libres...

- Y esos mequetrefes...qué se creen? eh? Que si diques, que si muros...No nos dejan opción! Hay que luchar!! Nos impiden continuar a nuestras anchas. Son ellos los que tienen el problema. Nosotros estábamos antes. Katrina nos abrió los ojos. Sacó fuerzas de donde no las había para acabar con ellos, para decirles que no nos hemos rendido. No quiero pensar lo que diría Sandy si te oyese. Tenemos una causa por la que venimos luchando muchos años pero a ti hace un tiempo que te veo dubitativo. Tu novia y las otras ciclogénesis están dando un ejemplo de unión y fortaleza admirable. Te lo digo en serio, es nuestro momento! Juntos podemos y estoy convencido de que van a cambiar las cosas por aquí.

- Llevo escuchando esto años. Y tú siempre lo creíste pero no sé...estuve hablando con mi hermana...

- Ahhh...ese es el problema! Por qué? Por qué lo haces? Siempre igual.

- Porque es familia, la educaron igual que a mí e iba camino de convertirse en una ciclogénesis. Y algo debió ver para cambiar de opinión. Mi abuela, te acuerdas de ella? Era una gran gota fría y hablaba de que si mi hermana se juntaba con las mareas adecuadas podría conseguir un Tsunami tan grande como el de 2004

- Yo siempre estuve enamorado de tu hermana, créeme que nadie la admiraba más que yo. La veía pasar y qué movimientos madre mía! No era descarada y explosiva como las otras, era grácil, sutil, prácticamente bailaba...esperando su momento. Nunca supe qué le pasó. Supongo que sería la presión pero hacerle eso a tu familia fue un golpe bajo. No me extraña que tu padre no pueda ni nombrarla, con lo orgulloso que estaba de su niña.

- Lo pintas como si fuera una tragedia. Simplemente decidió que esa vida no era para ella...

- Y unirse a las brisas marinas?? Te parece eso una vida para ella? Con su talento...menudo desperdicio.

- Prefiere vivir así, sin molestar a nadie. Dice que le llena de felicidad ver las expresiones de los humanos cuando les da en la cara los días en el que Sol aprieta. Incluso en invierno, se pasea por las playas tranquila, agitando el pelo de las chicas que van a reflexionar. No quiere que reparen en ella. Y si lo hacen, que sea con un "Qué gusto esta brisita!" No con "No me lo puedo creer otra ciclogéneis" Que es lo que está recibiendo Ruth.

- Y a mucha honra! Por qué colaborar con los humanos? Qué hacen ellos por nosotros más que odiarnos? O es que has olvidado su lema? "Contra viento y marea" O ese de "A tomar viento" No podemos convivir. Es imposible. Sus mera presencia nos impide circular en libertad. Somos Vientos por el amor de Dios! Va en nuestra naturaleza!

- No lo sé, Tramon...veo nuestros supuestos "éxitos", veo a nuestras familias felices y los veo a ellos impotentes ante nuestra fuerza. Entonces dudo sobre nuestra causa. Tiene que haber alguna solución pero no la veo cerca y menos en momentos como este en los que os creéis que sí podemos.

- Pues claro que podemos!!

- Me frustra veros así. Me pongo a pensar y sin querer empiezo a moverme a velocidades extremas...pero me contengo.

- Por qué?? no lo hagas!! Esperamos mucho de ti!! Estás listo!!

- No lo voy a estar nunca.

- Si yo tuviese tus capacidades, tu potencial...Me tengo que conformar con ser un mísero viento frío que no hace ningún mal. Pero tú...tú podrías ser como tu bisabuelo Mitch!

- Tramontana, amigo sé que quieres lo mejor para mí pero tengo claro que no estoy hecho para la lucha. No creo en ello. Sólo quiero vivir y convivir en paz. Ya he tomado mi decisión.

- No estarás hablando de...

- Sí. No puedo seguir pretendiendo ser algo que no soy. No me gusta ser viento y nunca seré un huracán. Voy a dejar de moverme...

- No...por favor, no lo hagas! aún tienes mucho que dar!

- Quiero ser aire. Tranquilo y eterno aire.

- No...

- Adiós amigo. Me gustaría decirte "Espero que ganéis" Pero no lo creo, ni lo quiero. El Sol pronto vendrá y todo este esfuerzo se quedará en nada. Ellos han aprendido a vivir con nosotros. Deberíamos hacer lo mismo.


Y con su último golpe de viento, cerró la puerta.

ALGUNAS PEQUEÑAS COSAS QUE HACEN QUE LA VIDA VALGA LA PENA (VOL VIII)

Primera edición aquí

Segunda edición aquí

Tercera edición aquí

Cuarta edición aquí

Quinta edición aquí

Sexta edición aquí

Séptima edición aquí

 

- Dar algunos pasos con los ojos cerrados cuando caminas por la calle y el Sol te da en la cara

- Comentar un programa de televisión por whatsapp y que sea mucho más divertido que lo que ves en la pantalla

- Las cenas de Navidad y reunirse todos aunque sea una vez al año

- Ser el que acierta la cuenta en una cena de Navidad y no pagar

- Los amigos invisibles. Los serios con sus “Ohhh!” y los de coña con sus “Jaja!”

- Encontrar un kleenex cuando lo necesitas mucho

- Un Cola cao caliente a deshora. Con muchas cucharadas

- Ir al cine. Siempre vale la pena

- Que alguien esté de cumple y traiga algo rico al trabajo

- Las katiustas. Y pisar los charcos

- Hacer limpieza y encontrar dibujos y documentos de tus versiones anteriores

- Las cajas de galletas danesas que guardan tantas cosas en tantas casas. En la mía hilos y fotos

- Tener por fin el cuarto ordenado y contemplar tu obra un segundo antes de desplomarte sobre la cama

- Empezar a escribir una pregunta sobre cómo se hace algo en Google y ver que se autocompleta. No estás solo

- Toda esa gente que hace tutoriales y responde toda clase de preguntas desinteresadamente. Beatificables

- Aprobar el práctico de conducir y darle un abrazo a tu profesor

- Mi madre y sus cafés matutinos y sus fiambreras en la puerta

- Planear un viaje

- Los “He pensado que esto te podía valer” de alguien del trabajo

- Una buena infografía

- El té

- Un cuento. Principio, nudo y desenlace

- La alegría que te llevas cuando te recuerdan que tal día es festivo

- Que te escriban algo gracioso y te de un ataque de risa en el trabajo. A ver cómo se disimula eso

- La salsa de tomate natural de la señora que calceta

- Coger un tenedor y picar macarrones con tomate directamente de la fuente

- Encontrar aquello que te encantaba y dudaste si comprar, rebajado a la mitad

- Hacer una referencia y que el que te escucha la entienda y la comparta. “Sabes cómo..?” “Ahh!! Sí, totalmente”. Hablamos el mismo idioma

- Que te digan "tengo ganas de verte"

- Una ducha larga con música

- Cantar “Y quién es él” motivadamente

- Poner Ojala que llueva Café y animarse automáticamente

ENERO

Enero no empieza el 1. Ese día es un limbo.

En García Barbón comida tradicional casi los mismos del día anterior pero con viajes y despedidas bastante tristes. Algún año en el que fue mejor no preguntar "Dónde está fulanito?" porque la respuesta habría sido que "Ni está, ni se le espera" con el consiguiente pseudodrama que se atenúa porque "Vamos a empezar el año bien, hombre! que son jóvenes". Olimpiadas, karaoke, busca un hueco para echar la siesta y con suerte encontrarás una cama pero ¡ojo! porque donde antes había cuerpos destrozados por las miserias de esa noche que tantas veces es mejor no recordar, ahora se acumulan los carritos de bebés aparcados en batería. Nos multiplicamos y hay que ir con cuidado por el pasillo no vayas a pisar a alguno de esos pequeños seres a los que, parece que no aprendemos, NO hay que regalar juguetes que hacen ruido. Menos mal que hay cosas que no cambian y el consomé nunca falta. En fila india, sin colarse y como no te apures te va a tocar rebañar la olla.

Un reto lanzado al aire un 31 de diciembre de hace ya 5 años fue respaldado a coro por el furor de las copas y ha conseguido que el día 1 sea el más divertido de las Navidades "Mañana quedamos en el Estrella Galicia a las 7, quien falte que se atenga a las consecuencias". Y es que si no estás, te llamamos. Al fijo si hace falta. Y tu madre te preguntará a dónde vas triste de ti? Pero es que TIENES que ir aunque te estés muriendo. Rezagados, malas caras y malos pronósticos a las 21:00h. Cumplir el objetivo de superar el número de cañas del año anterior parece imposible. Cada año igual, se nos pone muy cuesta arriba y los hay que lo dan por perdido. Pero no me pregunten cómo, siempre acabamos consiguiéndolo. Es más, en esta edición se impuso una mente lúcida y cortó el grifo (y nunca mejor dicho) porque "Es que no veis que si pedimos una ronda más juega en nuestra contra?

Pero después de casi 180 cañas nadie ve ni entiende mucho. 

Vivan las nuevas tradiciones, negar la resaca y empezar el año bebiendo cervezas en buena compañía. Viva el Club del día 1! 

Entonces llegamos al otro gran evento de Enero. La cena del día de Reyes. Tradicionalmente: la cena del señor de gafas oscuras. Y digo bien, suya y de nadie más porque hace ya muchos, muchos años que la señora que calceta fue vetada de las compras por sus comentarios garciasenrísticos del estilo "Pero esto es una barbaridad! Estás loco?! que no, que no...pide menos!!" No se empeñe, señora, no se le puede pedir menos al jefe porque es un gran anfitrión y lo que más feliz le puede hacer es ver a la gente disfrutar. Él dirige y nosotros a sus órdenes. "Lleva esto" "Acerca aquello" "Más vino para tu tío". Y que si "el salmón para Álvaro porque hay que ver qué gusto da que siempre llega a la carne y me come fenomenal" (otro comentario de Garcíasenra que se repite cada 5 de enero), que si "Cómo que este año no hay naranja pelada??", que si "Carmen prepara las bandejas de golosinas" (cosa que Carmen hace encantada) que si "Yo voy a repetir"...Y otro año más cenopio con los de siempre y algunas incorporaciones que consiguen que los simpáticos de mis primos se comporten y se metan menos conmigo...o eso creía yo.

Y así, habiéndolo comido mucho y bebido más, casi agradecemos la vuelta a la rutina. Y entre conseguir una L y volver a la vida laboral se va un mes de enero que tiene forma de agenda a estrenar cargada de buenos propósitos pero que se quedan en papel mojado por esta lluvia que no ha parado de caer. 

Si no era esta excusa, sería otra porque aquí "llueve sobre mojado y cada cual por su lado" 

Pero oiga, que venga todo junto. Aquí resistiremos, evolucionaremos y hasta nos saldrán escamas porque al final uno siempre se adapta al medio y a las circunstancias. Eso sí, cuando el Sol se digne a volver, nos parecerá más intenso y brillante que nunca, así que yo voy a meter las gafas oscuras en el bolso...por lo que pueda pasar.

LAS COSAS HAY QUE DECIRLAS

"Estamos anulados" dijo mientras su mujer ponía los ojos en blanco.
La teoría de la pérdida total de la libertad cuando te conviertes en padre tiene en Julio su máximo defensor. Es un tipo exagerado donde los haya, que sentencia y vive cada uno de sus argumentos. Si algo le gusta te lo defenderá con su vida, si algo le parece injusto los "Eso no puede ser hombre, basta ya! qué vergüenza!" serán continuos y si odia, lo hace desde las vísceras.
Pero lo cierto es tiene mucha, mucha gracia. Porque, aunque nos pinta un paisaje de la paternidad bastante desolador, los que no tenemos hijos lo escuchamos con lágrimas en los ojos y no de pena precisamente, pero entre risas también, encuentras a otros no-seres asintiendo ante las situaciones descritas por el doctor. "Quien quiera tener hijos, va a tenerlos aunque yo les cuente esto pero las cosas hay que decirlas" Concluye.

Y yo estoy completamente de acuerdo. Las cosas hay que decirlas. La realidad hay que contarla y casi siempre tendemos a definirla como muy cruda.

Las cosas como son. El trabajo no es siempre fácil, la vida en pareja tampoco. La rutina puede ser el peor de tus males y leer las noticias no ayuda. Los niños son niños las 24 horas del día sin descanso los domingos. La edad te hace recuperarte de las juergas peor y toda la mierda que tragas a lo largo de los años en el trabajo puede convertirte en un ser duro, cínico y egoísta. Los sueños la mayoría de las veces se quedan en eso porque no tienes ni las fuerzas ni las ganas suficientes para cumplirlos. Nos acomodamos y nos quejamos. Pasarás mucho más tiempo con gente que no te importa y no te aporta lo más mínimo que con la que quieres...y podría seguir. Porque hay que decir estas cosas, no?

De acuerdo. Pero entonces háganme el favor de decir las otras realidades también. Las realidades como que agradeces que al llegar a casa haya alguien para escucharte o aguantar tus enfados. Para animarte cuando lo necesitas, para apoyarte en todo lo que hagas y que te apetece querer. Dime que si tu hijo no se duerme y tú tampoco, lo quieres matar, de verdad, pero que esa sonrisa sin dientes consigue sacar la más genuina de las tuyas. Dime cómo estás de contento cuando las cosas salen bien en el trabajo, cuando te dan una palmadita en la espalda o cuando recibes ayuda de alguien que no tenía por qué hacerlo. Dime cómo te gusta que esa compañera siempre intente hacer las cosas bien y con una sonrisa "Pero es que tiene que hacerlo" No. Dime que admiras cómo tu amiga saca fuerzas de donde tú no las tienes para salir adelante. O mejor, no me lo digas a mí, díselo a ella. Dile a tu madre que no sabes cómo lo hace para tener siempre esos detalles. "Pero ya lo sabe" Claro, sabe que agradeces todos sus sacrificios. Pero díselo. Dile a tu padre que a pesar de lo chapas que puede llegar a ser con sus charlas, en el fondo las necesitas. Coméntale a tu hermano que no se preocupe, que aunque ya lo habrías asesinado varias veces, le vas a querer siempre. Porque lo sabe. Pero todos necesitamos una confirmación. Como ese mensaje que te llega cuando compras un billete de avión por internet y te dice que todo ha ido bien. Necesitamos ese mensaje para volver a respirar y nos viene guay que nos digan estas cosas porque son un extra de oxígeno. Para seguir viviendo en la cruda realidad.

Y es que el de arriba también comentó que el cuerpo humano estaba hecho para vivir 30 años. Que luego estamos aquí de regalo.
Ay, pero si me quedan 3 años nada más! - pienso
El lado más oscuro de mi ser, ese que se pregunta qué pasaría si me fuese mañana mismo, empieza a funcionar. No es miedo, es "Qué dejaría...y la gente a mi alrededor? Tendrán claro que...? claro por eso no te puedes enfadar con alguien mucho tiempo porque luego qué? imagínate...Y no le dijiste aquello...Qué pena no haber hecho tal...o cual incluso..." Llegados a este punto de absurdo, vuelvo a mi ser, en la tierra, en una mesa con la mejor compañía y la mejor de las cenas y caigo en la cuenta de que tengo todo lo que se necesita para hacer todas esas cosas y más.

Pero lo cierto es que la vida te cambia en un instante y la gente se muere. (Qué positiva oiga! Cómo se nota que mañana es lunes) Pero es verdad! Se fue Luis Aragonés, un tipo al que le debo una de las alegrías más irracionales y geniales de mi vida y leo a todo el mundo dedicándole unas palabras. Entonces no puedo evitar pensar en si todos esos pupilos que le llaman Mister y dicen respetarlo y hasta quererlo, se lo habrán dicho lo suficiente en vida. No es que todos seamos buenos cuando nos vamos, ni mucho menos pero ¿hay que dejar un hueco en el planeta para que te recuerden que no lo hiciste tan mal?

Y luego se muere Philip Seymour Hoffman, un actor que sólo estuvo por aquí 16 años más de los que nos tocan pero que, al parecer, decidió vivirlos intensamente. Y mientras veo El lobo de Wall Street pienso en esa vida de exceso, de drogas, de dinero y de poner el cuerpo al límite que vivieron los que se dedicaron a vender un mundo mejor sabiendo que sólo ellos iban a disfrutarlo. Pienso en qué preferiría yo, 50 años salvajemente o 100 mediocremente. Y me contesto que lo que tengo es la vida que me ha tocado y gracias. Muchas gracias!

Además pienso que aún no me he convertido en uno de esos seres anulados que sonreían arriba y, por lo tanto, aún tomo yo las decisiones sin tener que pensar en otro ser. Pienso que no sé muy bien dónde estoy ni a dónde voy pero algunas cosas sí que se van teniendo claras. Lo que quiero y, sobre todo, lo que no quiero.

No quiero irme sin haber dicho las cosas. Las malas, claro, pero las buenas también.

Pues empieza ya.

Vale.
Mañana vuelvo a la cruda realidad que sabe a café con poco azúcar pero tengo trabajo, tengo una madre que me deja la fiambrera en la puerta y tengo, en general, mucha, mucha suerte.
(menos con lo de perder las cosas...pero eso es ya otro tema)