Qué ganas de piscina, de comidas que son meriendas y luego cenas, de dedos arrugados, de niños con manguitos que cada año se multiplican y son más difíciles de sorprender (lo de andar haciendo el pino o dar volteretas para atrás hasta quedarme sin aire ya no causa estupor) Qué ganas de familia, de Vigo, de playa, de vespear hasta el fin...Qué ganas de verano por Dios...QUÉ GANAS!!!