WASHINGTON (NI SON)

Washington es una ciudad para vivir, no para turistear. Esa fue la primera advertencia así que no iba con demasiadas expectativas. Y así resultó que lo que más me gustó de esta ciudad fue la compañía.

Hace ya muchos años le dediqué una entrada a ese ser con nombre extraño, Eguiar, que como yo soy "coche-hombres", él es "huevo-oreja". Nuestras vidas se cruzaron allá por el 2004, "hace 7 años ya? qué vejez por favor!" Pues sí, mai fren…7 años de tus sentencias, discusiones acaloradas, teorías sobre la vida, acuerdos y desacuerdos y sobre todo análisis. Análisis de todo y de todos. Eso es lo que mejor se nos da. Han sido menos de 48 horas en las que volvimos a compartir piso en Madrid. Me gustó verte en tu nueva vida en el D.C. Me gustó ver que has madurado, dejando atrás piercings, rastas y etapas llenas de colorines para dar paso a otros más sobrios, a un tu versión adúltera con máster del Universo y abriéndose paso en el país de las oportunidades pero que sigue con sus dudas, como yo. Me gustó que nos riésemos y recordásemos mientras comíamos pizza al volver de salir como ya hiciéramos tantísimas veces (aunque esta era tamaño natural)…cómo suena todo esto no? pero qué somos abuelos cebolleta recordando batallitas? pues no, pero se podría decir que somos viejos amigos no? Ya hemos llegado a ese punto. Hemos compartido mucha vida. Y habrá mucha otra que no…sólo espero que me lo sigas contado.

Así que mi viejo amigo me enseña una ciudad de la que podría decirse que es como un suburbio infinito (en el sentido inglés de la palabra, lleno de zonas residenciales) salpicado con edificios donde se decide el futuro del mundo. El D.C. no te da la impresión de ser una gran ciudad a pesar de sus molotes con nombres de bancos internacionales. La casa de los Mister Presidents tiene aspecto de casa sureña donde poco más y ves al abuelo en la mecedora del porche. Y el Capitolio, aunque lo vi de lejos, sólo me trae a la mente la imagen de Independance day y ese rayo destructor. Porque, como de casi todo en Estados Unidos, de estos edificios tan emblemáticos también tienes una idea previa. Como un viejo amigo, como Eguiar, pero al que tienes que conocer…(Ah! y he de decir que quedan mucho más vistosos en las fotos)

De Washington como ciudad lo que más me gustó fue su metro. Futurista a la par que retro. Piedra, luces indirectas y trenes. Muy chulo. Y como he dicho, la compañía. Una comida con españoles contándote lo que es la vida allí, lo que es la vida en España, lo que es la vida en general. Unos jóvenes que me enseñan hacia dónde se va, o mejor dicho hacia dónde te dejan ir en estos momentos…Y sin darme cuenta, vuelta a Nueva York. Volver de noche por carretera tras unos atascos monumentales y encontrarme el Empire State Building iluminado en verde. Que me indiquen dónde está el metro sin yo preguntar, simplemente por mi cara de españolita por el mundo. Una viguesa viviendo 3 meses en Nueva York. Esa soy yo. Y remarco lo de los 3 meses porque no dejan de ser condicionantes. Porque yo estoy aquí de turista. Porque me he dado cuenta que lo de vivir en este país, es otra cosa.

Fin de semana genial. CCC: Caminatas, cafés y charlas...Grasiah!

VISITE NUESTRO BAR

Ya he comentado en varias ocasiones lo mucho que me gusta desayunar (el "yo desayuno" será mi lema en alguna futura campaña electoral, seguro). Hacerlo fuera de casa me parece un lujo asequible que me doy a diario. "como tu tío Manuel" me repetirá siempre la señora que calceta. Pues sí, no sé si vendrá en los genes pero "yo desayuno fuera de casa". Esto es así.

Con el desayuno vendrá la búsqueda de la "tostada perfecta" y de la cafetería adecuada. Obsérvese que no pongo "perfecta", porque la cafetería o el bar elegidos han de adecuarse a otros criterios como son: servicio, proximidad, limpieza, jugosidad de la tostada, que no queme la lengua el café, comodidad de las sillas, que no te miren raro si te quedas durante horas leyendo…En las circunstancias actuales añadiremos: que haya sitio para el carrito, que Nico se quede dormido observando al personal…

Me gusta crear una rutina del desayuno. En todos los lugares en los que he vivido lo he hecho. En la Facultad de Bellas Artes con Alejandro y sus ojos azules de sapo, en la de Derecho Jose ya pedía la tostada nada más verme entrar por la puerta, en Vigo, con la banda del Cosmos y esos desayunos-aperitivos, o en Filippo y su excelente café, en Baiona en Kopena donde no me privaba de nada, tostada de baguette, zumo de naranja grande…pagaba el señor de gafas oscuras!

Aquí ya he encontrado mi sitio. Es uno de tantos que está abierto 24 horas con banderitas colgando (que me gustan a mí las banderitas de colores oiga!) en el que sirven todo tipo de sandwiches, wraps, bocadillos, pizzas, ensaladas…pero también unos bagels (que son así como unos bollos de pan…y tostados no están nada mal) y un café decentes. La clientela del desayuno es de lo más dispar, pero yo ya soy una habitual. Más desde que el señor que me pone los bagels sabe que soy "de la madre patria" y me dice cada día "cómo se porta el angelito" a lo que yo siempre respondo que "muy bien". Y tanto que se porta bien…me observa desayunar atentamente sin perder detalle para luego caer rendido en cuanto le doy un poco de ritmo a la sillita. Y entonces sí que es un ángel. Y entonces yo leo, escribo y dibujo. Luego se despierta y seguimos dando una vuelta por el barrio, donde la gente le sonríe a él primero y luego a mí. Donde descubro cada día una tienda nueva que investigar. Donde se me pasa la mañana volando y casi corriendo hay que volver a casa porque si toca comer es mejor no hacerle esperar. Me gusta mucho nuestra rutina mañanera. Me gusta mucho empezar a tener costumbres, es síntoma de que estoy bien aquí. De que empiezo a ubicarme.

Me gusta mi bar. O a lo mejor lo que me gusta es tener un bar. Será eso.

PD Mi teoría de "dime cómo llevas la gorra y te diré quién eres" se va al traste. No paro de ver a gente con la gorra plana pero también con la visera doblada. Con esas gorras con letras delante y botoncitos por detrás. Lo último: un chico con la visera doblada hacia arriba. HACIA ARRIBA! a dónde vamos a parar? La tesis de la gorra continúa. Porque también veo a otros llevar como si fuera sólo un cachito de gorra en la coronilla…que no hombreeee que ya se que esos son judíos y se llama kipá!! por quién me tomáis?¿ además os diré que se lo sujetan con una horquilla. Y muchos de ellos con las de clip, como las que utilizábamos de pequeñas!

BROOKLYN

Ayer vi "Nunca me dejes". Jóvenes, amores y desengaños marcados por la sombra de un destino que han elegido por ellos. Un final trágico o más bien una función trágica. Para ellos, claro, no para los que van a recibir sus órganos. Reflexiono sobre esto de las donaciones. Sobre lo bien que lo hacemos en España y cuánto han descendido desde que tenemos más cabeza en la carretera (o era desde que aumentaron las multas?) Recuerdo cuántas veces pensé, desde bien pequeña, en poner una nota en la cartera que pusiese "Donante de órganos". Claro que de poco iba a servir siendo yo una menor. Pero no tengo ninguna duda en que mi familia elegiría por mí. Y lo haría bien. Donar órganos tendría que ser un deber.

Me despierto regular. El cuerpo ya no está para estos trotes. Ah, pero saliste ayer? No. Me empaché a chocolate. Mal. Me levante y tomé restos de galletas. Fatal. Así no eh? Así no. Bueno, ya no lo haré más.

Metro y a Brooklyn. Estos nombres me suenan desde hace tanto…son nombres que molan porque sí o cómo va el tema?...Queens, Brooklyn, El Bronx, Harlem, el Village…quién se los inventará? Algunos vienen por la zona en la que están y los agentes inmobiliarios los renombran con sílabas (SoHo-SOuth of HOuston, TriBeCa- TRIangle BElow Canal) Yo hoy me dirijo al festival de arte de DUMBO (District Under the Manhattan Bridge Overpass.

Gentes varias, familias varias (es que aquí todo lo hacen con los niños? pues el fin de semana definitivamente, sí) Galerías, exposiciones, instalaciones, tiendas. Y caigo. Y compro. Mi madre siempre cuenta que de pequeños sólo no podía decirnos que no a una cosa: los libros. Bien, pues a mí me pasa algo parecido. Con la ropa me lo pienso bastante…alguna vez hasta digo que no. Con los libros no. TENGO que compraremos. Y si resulta que es en una tienda donde están todos los libros de diseño con todas las respuestas a mis plegarias, más. Cojo toda postal o flayer de mala muerte. Como algo rápido. "Española? de Barcelona?" y seguimos. La piernas flaquean pero aquí no hay tregua. Escaleras par arriba, espacios diáfanos, pases dentro de contenedores…sí, como esos que tenemos acumulados en el puerto de Vigo. Me pregunto si no se podrá hacer algo parecido…un contenedor para cada artista y llénelo usted con lo que desee. Vamos a ver, que cosas malas, buenas, feas y regulares hay en todas partes eh? Hasta en Nueva York…no vayamos a creer que todo aquí es fantástico por el simple hecho de estar en Niu Llorc…que no, que no. Un tipo que ha reunido todo tipo de cachivaches y recuerdos, los ha puesto de manera curiosa y ahí está exponiendo…(esto lo podría hacer yo con todas las trapalladas que acumulo fijo!). Otro que dibuja sobre enoooorme planchas de papel, en donde pega más papel. Mancha, dibujo a lápiz, collage…clases de niños antiguas (como nuestros catalosgos de Jesuitas) expresiones, pintura, borrón...cómo me gusta! Más tiendas. Más ganas de comprarlo todo (Esto es EEUU y si no compras es que no vives chico!) Y más ganas de hacer mis cosas, de mejorar lo que veo, de hacer algo nuevo. Nueva York inspira…debe ser eso.

Se pone el sol tras los edificios y el puente. Ya lo había visto. Vuelvo a flipar.

Metro de vuelta. Los negros mayores llevan tenis que podrían ser de sus nietos. Esto me hace gracia. También me fijo en las viseras bien rectas de sus gorras. Recuerdo cuando estaba de moda doblarlas…hasta el punto que mis hermanos les ponían gomas al rededor. La forma de herradura pasó a la historia. Quién sería el primer rebelde que decidió deformarla? Las gorras no me convencen. Sólo había una que conseguía mantener mis orejas de soplillo (o esa era la impresión que yo tenía) por dentro, una roja de franela con la visera de ante color cámel. Me pregunto qué habrá sido de ella…

En un paso de cebra con acento latino "Yo no tengo mucho dinero pero trabajo duro" Me giré para observar a la interlocutora. Su hija de unos 9 años con melena morena que le llegaba a la cintura. 

Llegué a casa y el Barça había metido 5. Y el Madrid 6. Y Messi 3. Creo que de nuevo toca película porque mañana es Sunday y yo no sé si me duele la cabeza por haber visto tanto arte y moderneo juntos o es que todavía no me he recuperado del todo.

 

MIDTOWN

Carritos con sombrilla iluminados y que huelen a comida. A comida cochina. De estos está la ciudad llena. Sobe todo Midtown. En esta zona está lo más reconocible para el turista. La parte de compras de la 5ª avenida, el Empire State, el Rockefeller Centre, Times Square…

Visito la ciudad de noche que es cuando empieza mi día. Llegan los padres y yo me despido del hombrecito hasta el día siguiente. Me dice adiós y sonríe como diciendo "Ya nos vemos mañana, ahora estoy con mi madre…esa señora a la que le hago tantísima gracia. Más que a ti. Pero en el fondo te aprecio…al fin y al cabo me das de comer, me cambias y me haces alguna que otra monería". Sí, sí…todo eso me dice el enano mostrando sus dos piños de abajo.

Entonces salgo de casa y me voy al metro. Si en Nueva York puedes ver de todo, en el metro puedes ver de todo pero concentrado en un vagón. Mayor contraste de gentes no hay. No digo que los riquísimos cojan el transporte urbano porque esos tiene chófer y van en esos cochazos que de vez en cuando veo pasar y pienso "ahí va uno de esos…"…Esos son gente que te imaginas saliendo de uno de los portales con toldo y portero uniformado de Park Avenue con el coche esperando "Adiós Hank" "Adiós Mr Wellington". Esos son gente que te imaginas entrando en una de las tiendas de la 5ª Avenida (y no H&M o ZARA precisamente) como podemos hacer todos, pero con la diferencia de que Esos pueden permitirse comprar algo mientras que tú (yo) te limitas a sonreír a la chica que está esperando venderte algo, hacer como que ves algo interesante, dar la vuelta a la etiqueta, reír mentalmente y salir tan dignamente como puedas de allí habiendo, al menos, experimentado lo que es pisar una de esas tiendas. Esas tiendas. Esas a las que van Esos.

Sueñas que algún día tú serás una de Esos. O tal vez no, cambias de opinión y crees que sería mucho mejor tener un Loft en el East Village, donde toda la juventud moderna-hipster-molona-puedequenotengaunduroperoestoyviviendoenMahattan se concentra…o en el SoHo o TriBeCa...donde vivirías molando. Porque hay gente aquí que es profesional del moloneo. O al menos del pretender que molo, que se mezcla con un toque de no-me-importa-nada y le añades una cucharada de crees-que-me-he-vestido-a-oscuras-pero-está-todo-pensado, et voilà! ya eres un new-new yorker. Porque no se engañen, aquí old-new-yorkers hay pocos. Lo de "Yo? yo de New York de toda la vida" o el "Y tú de quién eres?" no se escucha mucho.

Así que por dónde iba…Ah! sí…que tengo un loft, pero claro, necesitaría un estudio…en Brooklin? ay! espera que esta es mi parada. Bueno, la parada de todos. La calle 42. Cómo definirlo…un Barroco de pantallas LED y luminosos? Rococó tal vez. Mi maaaadre! pero aquí siempre es de día! Estoy haciendo fotos a anuncios? sí, efectivamente. A anuncios tamaño natural. A escenas de películas. A fines de año en Times Square. Hago fotos a gente que hace fotos. Hago fotos a tiendas. Hago fotos a luces. A policías. A alcantarillas con humo. A carritos con sombrilla que huelen a comida cochina. Con estos empezó esta entrada. Es que me quedé con la imagen de uno al lado de un edificio majestuosos. Con toldos granates en las ventanas. Con banderas en EEUU. Un Organismo Nacional? No, Cartier…que para el caso, lo mismo. Y en frente una tienda de souvenirs. Así es esto. Un puro contraste.

Nueva York tiene poco de Nueva y mucho de extraña. Y muchos extraños. Es una ciudad hecha de retales que se unen. Y se cosen como formando una de esas mantas hechas de cuadrados diferentes. Barrios que se comunican. Mundos que se tocan. Vidas que se cruzan que diría Quique González…"Pero tú y yo venimos de mundos distintos". Bien, pues en Nueva York puede ocurrir.

Sigo dándole vueltas a lo del estudio. Como si fuera a ocurrir. Mientras tanto llego a casa. Pienso en todos los que están durmiendo. Me cuido mucho de no contestar a Manu en el Scrabble que el otro día me echó la bronca porque le desperté cuando allí eran las 5 y determino que lo perfecto sería pasar 6 meses aquí y 6 en España. Sí. Eso es. Mi plan marcha. Ahora sólo tengo que dejar de imaginar y ponerme manos a la obra. Está hecho.

Buenas Noches Nueva York. Aún no te conozco y ya me caes bien.
Buenos Días España. Empiezas a estar lejos.

LIFE IS GOOD, LIFE IS LIFE

Por dónde iba?…Ah! sí. El verano. O debería decir EL verano? cada año igual. Y este con fiestón incluido. Cuando llegó la verdadera fecha y la gente me preguntaba cómo lo celebraría, yo respondía que llevaba un mes celebrándolo. Lo festejé varias veces en varios sitios y con varias gentes. Todas de bien, claro. 

"El" verano se reduce a los 15 primeros días de agosto. Ahí donde se concentra todo. Cenas, cumpleaños, salidas de martes, visitas, fiestas, excursiones, salidas de miércoles, helados que manchan, aperitivos que son comidas, playas infinitas, "pero sales hoy?…papá es jueves!"…y cuando menos te lo esperas "Otra cena de despedida? sí, la de hoy es con los de Baiona"…en fin, El verano. Qué voy a decir….que luego la señora que calceta suelta una carcajada cuando le comento que necesito unos análisis, que estoy muy cansada...Luego se necesitan esas últimas semanas de agosto en que todo parece pasar a cámara lenta. Y después las primeras semanas de septiembre…raras, ocres, contradictorias, grises, de balance, de reflexión, de empezar de nuevo…saben a castañas y huelen a libros nuevos.

Y entonces me encuentro en un avión. "No estás nerviosa?" me preguntaban propios y extraños…pues no, la verdad. Ni lo estuve, ni me sentí extraña en ningún momento. Estoy tan lejos…y a la vez, gracias a nuevas vías de comunicación que se multiplican, parece que no me he ido. Pero me fui. A un charco de distancia nada menos. Estoy en Nueva York. Espera, que lo repito. Estoy viviendo en Nueva York.

Primeras impresiones. Donde en España hay bares, aquí hay lavanderías, comida rápida y sitios de manicura. Las distancias las puedes medir en paradas de metro o en McDonalds.

Me pateo mi barrio. No es cualquier barrio, perdona, me recorro la calle Boradway a la altura del Upper West Side. Y me cruzo con nannys como yo. Paseando, como yo. Con sus niños dormidos en el carrito. Como el que llevo yo. Leo "Happy Hour", me río y pienso cómo ha cambiado el significado. Mi happy hour es la hora de la siesta. La del niño, claro. Y por extensión…la mía.

Esta ciudad es increíble. Te da todo lo que esperas de ella y más. Tan cierto como parece que ya hayas estado por la cantidad de imágenes que tenemos en nuestra retina, es que en cada esquina puedes sorprenderte con algo o con alguien. Los edificios, la gente, los carteles luminsos, las grandes marcas al lado de una calle decadente, los semáforos, las direcciones, los rincones extraños, las escaleras de incendio, el contraste de barrios, las alcantarillas, los parques, los runners, las nannys, los brokers, el metro, los pobres, los negros, los chinos, los hipanos, los judíos…todo. Todos.

Vago por las calles con el cartel de "turista" en la frente y la cámara al cuello. Con este acento que reconocen al instante y olvidándome de que los precios no son los mismos en la etiqueta que lo que tienes que pagar. Las taxes que le llaman. Por qué no lo ponen e directamente? misterio. Estoy forrada!! mentira. Los billetes de un dólar son un incordio. Las monedas de un cuarto son un tesoro. Las de un céntimo una broma de mal gusto.

Tengo a un ser a mi cargo durante muchas horas. Un ser que sólo se comunica con llantos y risas, así que lo primero es diferenciarlos: lloro de hambre, de sueño, de mimos, de pasademiunratoysemepasa…"Soy la nanny" digo cuando me dan la enhorabuena. La verdad es que es un niño muy molón. O será que ya me está ganando con sus cuatro dientes? Sea como fuere, Nicolás es el único hombre(cito) en mi vida...al que estoy dando una educación musical excelente.

En Nueva York la gente es amable. Interactúa contigo a la mínima porque es muy probable que nunca jamás volvamos a vernos. "Pareces perdida" con tan sólo ver mi cara de despiste, "Permíteme que te ayude" siempre que entro o salgo de un local con el carro, "Life is good!" al verme estirar los brazos en señal de libertad absoluta…no era para menos...primera salida en la city…

Piernas para qué os quiero. El trancazo no va a poder conmigo. Cualquier segundo que no estás en la calle parece un segundo perdido. Aquí pasa todo. Está pasando y no te lo puedes estar perdiendo. Así que ahí me fui. A recorrerme calles, barrios, zonas. A tomarme un brunch y pasear por la última zona de moda (esa que dentro de un mes estará "demasiado explotada") A hacer fotos. A hablar con mi prima. A decirle "Yo te escucho eh?" mientras que enfoco, cambio ISO, f y tiempo…y zas! disparo. Y otra vez. Y otra. Y "tarjeta full"

Primer fin de semana de paseos, comidas, visitas, puentes y museo. No esta nada mal. En el Guggenheim me piden que ponga el bolso-maleta hacia delante que "las mochilas les asustan" Yo hago caso al chico pero no así a la señora que me dice que no se pueden hacer fotos. Exposición de un señor que pinta sobre cuadros grandes líneas hasta que se le acaba la pintura. El infinito parece recrear. A mí lo que más me gusta es el edificio, claro. Canto "bla bla bla bla bla…llueve sobre mojado" cambiado esto último por "piedras sobre cojines" que es lo que estoy viendo en en suelo. Con mucha gente muy atenta alrededor…como si fueran a moverse. Ana se ríe y yo también. Dice que tengo una risa contagiosa. Una habitación empapelada de dólares que dan ganas de arrancar…Kandinsky, Monet, Manet, Picasso…la cúpula…Muy bien oiga!

Brooklyn y su puente. Y sus helados. Y su aire más tranquilo…no me extraña que la gente se esté viniendo a vivir aquí. Nunca pensé que las vistas de edificios pudiesen ser tan impresionantes. Y claro…más fotos. De regreso a Manhattan pillo lo que vendría siendo el "15-M" pero en Wall Street. De casualidad. Grúas y edificios se levantan en la zona 0 (Luego sabré que tendría que haber estado terminado para este año) De pronto una concertación. Carteles de cartón. Esto me suena…"Tuvimos algo pareceido en España hace unos meses" "sí, hemos oído sobre eso". Caretas, megáfonos, cámaras, manifiestos y la policía alrededor sin hacer mucho. De nuevo "tarjeta full"

Vuelta a empezar la semana. Nicolás y yo. Mensajes, fotos de fiestas y llamadas desde muy lejos "Cuídate hija. Siempre alerta!" Cómo no jefe…cómo no...

Entender esta ciudad no es difícil si sabes contar. Encajar en esta ciudad tampoco. Hay sitio para todo y para todos. Pero comprender que la vida pasa a un ritmo desenfrenado, que lo que en esos edificios se decide tiene consecuencias a nivel global y que está pasando todo aquí y ahora mientras yo me tomo un café y un "bagel with butter"...eso ya es más complicado.

CARTA DE UNA VIGUESA EN EL EXILIO

Vigo es mi ciudad y siempre lo será. Aunque la vida me lleve por otros derroteros, volveré y me sentiré como en casa. Porque Vigo ES mi casa.

Cuando te vas, la ciudad se ve distinta. Se siente lejana y surge eso que ya describió en su día Rosalía de Castro. Un sentimiento de morriña que te atrapa (y que no se empeñen en traducirlo. Morriña es morriña)

El vigués es el único ser al que se le permite echar pestes de su ciudad. O al menos así era hasta que empezó a ser bonita (bendito granito). No te consentimos que digas nada malo de ella. Somos capital de nada. La ciudad más grande de nuestra categoría. Los primeros en la lista de los sin título. Así somos. Ahí estamos. 

Recuerdo cuando en el Colegio Mayor me insistían en que pasaba más tiempo en Madrid...y era cierto, pero yo me resistía a pensar que la capital era mi nueva casa. Llevo sin vivir en Vigo (al margen de las vacaciones) muchos años, pero da igual. Vigo siempre será ese lugar en el que me siento bien. En el que me siento segura. En el que me siento en casa.

Y es que Vigo, o el viguismo, se lleva muy dentro. Es algo que he podido constatar con muchos vigueses en el exilio. Somos gallegos, españoles...pero por encima de todo somos de esta ciudad donde el mar sí se puede concebir pero tendrás que saltar unos cuantos astilleros para ello, donde la noche es canalla y salir a tomar algo un deporte. Donde somos tan chulos que plantamos un olivo y se convierte en el símbolo de la ciudad. Donde echamos a los franceses en esa Reconquista de la que cada año había que hacer una redacción para el colegio en la que no podía faltar el nombre de "Cachamuiñas" y que ahora se ha convertido en una excusa más para salir a la calle a celebrar. Porque es lo que nos gusta. Salir. A la calle.

Las rúas por las que pasan mi vida y mis recuerdos puede que no lleguen a 20. Yo soy de la zona de abajo y si hago un repaso me recuerdo escalando (y sí, digo bien, escalando) Manuel Núñez, yendo a los Multicines Centro o perdida por las callejuelas de Vinos. Haciendo botellón en el Nadador, mirando al mar desde Colón, descifrando el Sireno tan controvertido, la esquina de los cuatro bancos (que vaya edificios tenemos por aquí). Que quieres verde? pues nos vamos a Castrelos en donde tanto jugué con mis primos y al que tantas veces volví cambiando el balón por una litrona y el campo de fútbol por el escenario. La calle del Príncipe donde se juntan madres con niños uniformados, malotes, pijos, abuelos sin prisa y otros a los que les falta el tiempo. Mi centro. Las compras. Encontrarse. Y saludar. Sobre todo eso. Seguimos subiendo por Urzáiz y llegamos a la Gran vía, que junto con la madrileña me indujo a pensar que todas las Grandes Vías de todas las ciudades de España eran en cuesta. En ella encontramos El Corte Inglés. Si una amiga me pedía que la acompañase, suponía ir hasta el límite de la ciudad caminada. Mi límite. Vamos, pereza infinita. Después podía haber un barranco que yo no me enteraría.

Esto cambia con la llegada de Jacinta (mi vespa roja de pizzero) Con ella descubro el Vigo que está más allá de Bouzas...siguiendo las señales de "praias" con el sol y unas cañas en la Vela esperándome. Si Vigo es particular (como el patio de mi casa en el que jugábamos a la pita siendo "casa" las baldosas de distinto color) los alrededores son un espectáculo.

Algo muy de Vigo, a parte de Citröen (por ahora) y la zona Franca, es el Celta. Ya tuve ocasión de decicarle una entrada a este club que tanto me dio el año pasado en la Copa del Rey y que me sigue dando alegrías y tristezas, sufrimiento y sentimiento de equipo pequeño. Que lucha, al que le cuesta y en el que las victorias saben a sudor y lágrimas. Me acuerdo de aquel Eurocelta del que se dijo allá por un mes de febrero de hace diez años que era el mejor club del mundo. Y no era para menos. Me acuerdo de Balaídos con pipas, camisetas, cuernos de vikingos y un color, el celeste.

La vista desde el puente de Rande es inexplicable. Emulando a Espronceda (que me perdone) diré que Vigo a un lado, al otro Cangas y allá a lo lejos, las Cíes. Las bateas de mejillones que casi parecen estar decorando esas aguas donde unos galeones se hundieron hace muchos años a manos del pirata Drake y que una calle en Londres todavía rememora. (Si pasas por allí y ves a alguien haciéndose una foto en el cartel, ya sabes de dónde es)

Vigo es muchas cosas. Mucho más de lo que he escrito. Se podrían dedicar mil palabras a cada uno de sus rincones. Porque es una ciudad que se vive en la calle.

Pero Vigo no hay uno sino muchos. Hay un Vigo por cada habitante. Uno por cada turista que llega en transatlántico, uno por cada estudiante que regresa y cada trabajador que se va a dormir lejos del centro. Por cada noche de fiesta, por cada padre desvelado. Hay un Vigo por cada caña con vistas al mar. Por cada día lluvioso, por cada baño, por cada playa, por cada espera en la parada del Vitrasa, por cada empanadilla del Carballo, por cada regateo en el mercado da Pedra. Hay un Vigo por cada adolescente que crece en sus calles. Un Vigo por cada antro, un Vigo por cada vez que alguien dice ser de esta ciudad y la defiende con orgullo cuando está lejos. Uno por cada vez que despotricamos de las obras.

Es Vigo. Cabes tú. Cabemos todos. Y quien la visita, lo sabe. Porque de Vigo se es...pero de Vigo te haces. Porque es imposible no ser fan de esta ciudad. Industrial, fea, granuja, celtista, juerguista, bonita, grande, ruidosa, dinámica, pequeña, donde no sales a pasear sino que te vas "a la calle". Donde se sale siempre...pero no se entra.

En poco tiempo volvemos a encontrarnos. Pero esto no es nuevo. Porque a Vigo siempre se vuelve.

Y es que como ya dijeron los Siniestro Total versionando un gran tema haciéndolo muy nuestro, "Miña Terra galega, donde el cielo es siempre gris...es duro estar lejos de ti"

Vigo es muchas cosas. Vigo es muchas casas. Entre ellas, la mía.

Porque si me preguntan de dónde soy, yo siempre respondo que soy de Vigo.

CABREOS INSTANTÁNEOS

Los cabreos instantáneos son, como su propio nombre indica, esos en los que pasas de 0 a 100 en cuestión de microsegundos.

Surgen por algo inesperado que irrumpe en la rutina. Por una ruptura de esquemas y generalmente el foco del problema suele ser un objeto.

Si tengo todo estudiado y lo primero que hago al dirigirme a la cocina es abrir la nevera y sacar el paquete de pan de molde y la mantequilla salada e introducir dos rebanadas en la tostadora para acto seguido abrir el agua caliente coger la taza (en la que se puede leer coffee), la cuchara y el cuchillo, llenarla de agua, coger una bolsa de té y abrir el azúcar, cargar la cuchara e introducir ambos elementos en la taza y, seguidamente, alargar el brazo derecho y parar la tostadora mientras que con el izquierdo voy removiendo, coger un plato, untar el pan y llevar el plato con unas tostadas magníficas y la taza de té humeante con el mismo brazo para poder abrir la puerta con el otro e irme a mi cuarto, TODO se va al garete si la puñetera tostadora está desenchufada.

Cabreo instantáneo. Si alguien pudiese ver mi "alma" comprobaría que está en ebullición.

Y qué haces cuando compruebas que no estaba desenchufada por casualidad, sino que alguien introdujo ALGO NO APROPIADO para la tostadora y ahora echa humo? Cuando tus tostadas huelen a bacon??

Vamos a ver. Una cosa quiero dejar bien clara. Yo me callo. No digo ni mu. Me callo sobre el ruido, los platos sucios, la cocina sucia, las pintas sucias de mis compañeros de pasillo. Y por qué...pues por que me da exactamente igual lo que hagan mientras no me toquen la moral. Incluso me callo que cojan mis cosas y las acabe fregando yo. Suspiro y sigo. Pero esto no se hace. Es la segunda tostadora que compro y me la han pervertido. (Bueno mujer, es sólo una tostadora) No. Es mucho más que eso. Hay ciertas cosas que al resto de los mortales le parecen insignificantes, detalles sin importancia, meros objetos, pero que para uno mismo suponen pilares en el día a día.

Uno de mis pilares es mi ritual del té con tostadas.

Esta reflexión ha sido resultado de un cabreo instantáneo.

Otro ejemplo: las gomas del pelo.

Cuando una amiga tuya, o una conocida, te pide que le dejes la goma del pelo, empieza a desconfiar de esta persona. Si fuese una verdadera "sister" o si lo preferís, una verdadera "sista", NUNCA te pondría en esa situación. Porque es LA goma del pelo. Esa que permanece en tu muñeca hasta que alguna de estas arpías te la pide y nunca jamás vuelves a saber de ella. Y era TU goma. Y te vas a hacer la coleta pero AH! MIERDA se la dejé a esa (porque en tu mente pasa a ser "esa")

Cabreo instantáneo.

DESCONFÍEN SEÑORAS!! No llega con un "es que es la única que tengo" No os fiéis de esas caras de comprensión, de esos "te juro que te la devuelvo que sé que es muy importante". NO. Aprendan a decir NO. Una vez me ocurrió la situación inversa. Una amiga pidió una goma y yo le ofrecí la mía. LA goma. Ella con cara de horror respondió "No, no...que es la única que tienes" Bien señores, esta amiga pasó a ser AMIGA después de esto. Sí, era una prueba. La prueba de la goma. Y la pasó con éxito.

Se han dado caso de devoluciones de goma. Están registrados 2 casos en Indiana y uno en Polonia. Pero, si me permiten un pequeño consejo, si algún día se ven en la terrible, terrible situación de no tener una goma al alcance, por favor no pregunten "alguien tiene una goma?" sino "alguien tiene una goma EXTRA?"

Evitemos cabreos instantáneos innecesarios.

NOPAJ

Japón ha puesto todo del revés.

Me ha puesto a pensar tras unos días de no hacerlo. Tienen que ocurrir cosas así para que reflexionemos sobre el "big picture" que dicen los ingleses?...pues tristemente, parece que sí.

Viene una ola y se acaba todo. Literal.

Entonces volvemos al punto 0. Al de la supervivencia.

Entonces ya no dudas sobre qué hacer cuando acabes la carrera, si ha sido penalti, qué marca de detergente comprar o si quieres tener otro hijo. Te paras. Tu vida se reduce. Tus perspectivas se desvanecen. Porque entonces sólo estás tú con tu propia y verdadera existencia.

Volvemos a luchar para sobrevivir. A buscar agua y comida. Y luego piensas que hay mucha, muchísima gente que vive ahí. Y que todas las discusiones y reflexiones que hacemos versan sobre una vida que no es la de toda la humanidad sino la de una minoría.
Porque de pronto eres consciente de que estamos habitando este mundo como una plaga. Porque somos muy listos. Y nos creamos unas realidades que vivimos creyéndonos lo que nos cuentan. Lo que nos contamos. Pero lo cierto es que todo es mucho más sencillo, primitivo y despiadado.

Los japoneses han puesto todo del revés. Donde se esperaban llantos y saqueos, vemos humanos o humanoides asimilando lo que les ha tocado vivir. Vemos gente con miedo pero no un miedo apasionado, no una trsiteza desmedida...puro autocontrol. Me dan miedo los japoneses. Me da miedo una cultura tan distinta a la mía. Será eso. Que no lo conozco. Y a lo desconocido lo respeto y lo temo.

Me acuerdo de La gran ola de Kanagawa y pienso. Que todo es muy absurdo. Que seguimos discutiendo de fútbol, tomando copas y decisiones mientras al otro lado del mundo se desata una crisis nuclear. Y me acuerdo de Sor Argentina defendiendo este tipo de energía. Y de mí misma pensado en ella como el futuro. Y pienso. Pienso que a los humanos puede que todo se nos vaya de las manos. Que a lo mejor lleva mucho tiempo yéndosenos de las manos. Pero a la vez recuerdo que catastrofes han ocurrido y ocurrirán siempre. Y de todas nos hemos repuesto. Somos una raza que se ha hecho con el dominio del planeta. De este planeta Tierra que nos manda un mensaje claro: No os quiero aquí.

Esto no ha sido Haiti o Indonesia donde teníamos la posibilidad de ir contra el sistema (que cómodo siempre. Qué fácil. Qué liberador) "porque son pobres y las estructuras frágiles y es que hay que ver...si esto pasa en un país desarrollado pues claro...bla bla bla..."

Esto es Japón. El más preparado. La mejor tecnología.
Es el mundo contra lo mejor de los hombres (contra esos superhombres que arriesgan sus vidas por salvar millones)
Y nos gana.
Por goleada.
Aquí es cuando entra el miedo.

Y luego están los muertos. Reflexionar sobre los muertos del terrorismo y los muertos por catástrofes naturales. La pena es la misma. La rabia no. En los últimos sólo hay impotencia y miedo. En los primeros volvemos a tener la posibilidad de castigar a nuestra especie. Somos capaces de lo mejor y de lo peor. Tal vez seamos a los que haya que temer más que a la Naturaleza. Seguramente.

Y por último, lo peor. Las desgracias? Las historias? No. La incertidumbre. El peor de los estados. No puedes mirar hacia delante, no puedes afrontar los hechos. Simplemente te mantienes en el alambre. Por cuánto tiempo? No mucho. Se necesita información. Hoy día no sé si tenemos poca o demasiada.

Japón ha puesto todo del revés. Japón se ha movido. Japón se ha inundado. Japón se ha contaminado. Japón está muy lejos. O tal vez no tanto.

DE POR QUÉ SOY REMERA

Yo no maldigo mi suerteeee porque remera nací.

Esto es totalmente falso. Primero porque no nací remera. No nací deportista en general. Y segundo porque sí que maldigo mi suerte por estar remando. Lo hago continuamente pero nadie me cree. Qué hago remando me pregunto yo. Trataremos de responder a esta incógnita en las líneas sucesivas.

Todo comenzó el día en que todas las "sosaietis" y todos los "esports" se presentaban a los nuevos inquilinos de la Universidad con el fin de que se apunten. Jornada de captación se podría denominar. Ahí estaba yo embriagada por el ambiente festivalero, abrumada por la cantidad de gente, por el sol y el buenrollismo que se respiraba...y de pronto la vi. Una máquina de remo? una especia de reto? a ver quién puede remar más metros en un minuto? Pues venga. No fue uno, ni dos, sino hasta tres intentos. Pero lo conseguí. El "couch" me dijo que quería verme el miércoles en el lago y para allí que me fui. MEC! ERROR!  A ti que te pasa niña??...unos rayos de Sol (uo oh oh) una par de "sí está muy bien, deberías venirte y probar" y ya estás captada? Es que años de alquileres de piso no te han enseñado que hay que asegurarse de las condiciones y leer la letra pequeña antes de comprometerse? Parece que no.

Yo estaba en un barco remando, aprendiendo, que si ji ji, que si ja ja..el Sol dándome en la cara (qué pesadita con el Sol no? bueno es que parece que los elementos se aliaron contra mí y me engañaron con un par de días soleados y de temperaturas agradables sin yo poder imaginarme dónde me estaba metiendo)

Y dónde te estabas metiendo? pues en remar a temperaturas bajo cero, remar nevando, congelaciones de segundo grado en falanges, frío? no, ese concepto se queda escaso. Y eso sólo en lo meteorológico...porque en lo biológico no es mejor la cosa. DOLOR. (dolor como cuando te caes?) No hombre, un dolor del que dura días, de esas cosas que eran color de rosa...Agujetas? sí, eso. Espalda queriendo hacer crack! todo el rato...cansancio...(creo que estás siendo una maulas como cuando llorabas para que riñesen a tu hermano mediano) No. Estoy siendo totalmente objetiva. Una persona que nunca había hecho ningún deporte y mucho menos pisado un gimnasio pues no está acostumbrada a estos menesteres. Mi body sufre años de apatismo.

Pues déjalo!! No. Ya no puedo. Me engañaron. Los rogüers me engañaron. (quién?? los remeros) Y ahora les he cogido cierto aprecio. Y me ponen caritas y se ríen cuando les digo que "AI JEIT YU" porque me hacen pasar penurias y levantarme cuando no están puestas las calles un sábado (con lo que yo he sido, por favor...a horas de estar desayunando en el Iberia voy por caminos sin alma y sin haber salido el día anterior) Les odio. Me siento estafada. Y ellos como si nada. Me sueltan un "Oh Carmen!" o mejor dicho un "Oh! Cormen" y yo me quedo con mi cara de indignación, con lo ojos muy abiertos, con mis protestas acaloradas por esta vida miserable en la que me han atrapado sin yo darme cuenta. Qué listos los puñeteros rogüers.

Luego está el tema del gimnasio.

Un mensajito del estilo "Hola mis queridas leidis, no os olvidéis que hoy tenéis que completar vuestros 10 km en la máquina de remo, os quiere con mucho lof, vuestra capitana". Y tú piensas...va a hacer 10 km su p...su qué? TÚ idiota. Tú eres la que acaba haciéndolo. Y los 5 Km eh? venga...cuenta lo que te pasó con los 5 km!! no..no...ese es un episodio para olvidar. (que lo cuente!, que lo cuentee!!) Bueno pues resulta que acababa yo de comer un sandwichdemierda cuando dije...bah, creo que me da tiempo a hacer los 5 km en estos minutitos muertos. ERROR. Postcomida, por muy mierda que sea, no hacer deporte.

Qué pasó entonces? pues que cuando me quedaban todavía 3 Km me dio lo que en términos deportivos se viene denominando una "páhara". Yo, que sentí morir con el sandwichdemierda atravesándome la tráquea, quería parar...pero hete aquí que los rogüers esto no lo permiten. (asesinos!) hombre, no tanto, pero vienen 3 de ellos a animarme como si estuviese remando por mi vida ( y en realidad lo que estaba era perdiéndola) "CAM ON CORMEN!! YU CAN!!! CAM ON!! DU IT FOR ESPEIN!!" Y yo que pienso que voy a morir de aquí a pocos instantes reflexiono el porqué no me habré metido en tiro con arco. Y creo morir. Pero lo creo de verdad. Veo luces blancas. De vez en cuando miro al espejo de enfrente y veo un espectro pálido que se supone que soy yo. Y luego a los numeritos de las narices...me queda una jartá!!! No bajan. Que no. Que yo muero aquí y ahora. "CAM ON!!" "LAIK RAFA" Qué triste muerte en una maldita máquina de remo en un maldito gimnaso. Me hacían chantaje diciéndome que me imaginase que eso me pasa en una carrera...que tengo que seguir por el equipo que no se qué...y yo mientras viendo mi vida en imágenes. Y los números que no bajan...De repente las tres cifras. El sandwichdemierda parece empezar a bajar. Los rogüers a lo suyo "Yu ar duin it ol rait" y yo que me alejo de la luz y empiezo a odiar. Odio que se convierte en fuerza y acabo el ejercicio. Odio que creo que se me va a salir por la boca en forma de sandwichdemierda regurgitado. Falsa alarma, aunque la carrera hacia el baño impedida por la valla de seguridad y seguida por todos los ojos del gimnasio no me la quitó nadie. Doble visión durante un tiempo. Replamiento existencial. De verdad merece la pena??. "casi muero tudei y vosotros como si nada!!" "Oh, Cormen!" y se van.

No voy a seguir porque me estoy indignando. Tengo algún apunte más sobre cómo el "couch" me vacila y me pone en el lado que menos me gusta y cómo pasa de mis protestas, es más, se parte de risa...de cómo salto del barco antes de tiempo porque no conseguimos "aparcar" bien y consecuentemente me mojo pies, pantalón, calcetín uno, dos y tres en un lago a temperatura ambiente (ambiente bajo cero), de cómo Tom me tiene fichada y me pregunta que tal la noche de ayer y yo le repito que no sé de qué me habla a pesar de habernos visto mutuamente y estar disimulando la resaca...de cómo...de cómo me lo paso de bien cuando salimos juntos (disfrazados malquemepese), de la buena gentuza que me he encontrado, de lo bien que sienta la ducha después de hacer ejercicio, de lo que se ríen de mi acento y de mis continuas quejas pero luego me dicen "güel don" y yo me "fil fain"..de la sensación increíble que es sentir que ese barco avanza porque los 8 vamos al tiempo, porque el ritmo es infernal y estamos haciéndolo bien porque te duele todo pero se mueve!! SE MUEVEE!!!...

En fin. Que la señora que calceta me ha dicho que mis análisis están muy bien. Que estoy sanísima. Y debido a que es imposible que sea por mis buenos hábitos alimenticios me temo que el rogüin tiene algo que ver.

La verdad es que no sé qué hago yo remando. Pero lo cierto es que lo hago. Y trato de hacerlo bien. Porque es un deporte de equipo. Y formar parte de un conjunto mola. Mola mucho. Así que ya no es tanto por mí (que también) sino por ellos.

POR ELLAS

"Ella hace todo. Y todo lo hace bien" Fueron las palabras de Mario Vargas Llosa a su mujer, Patricia.


Esta frase resonó en mi cabeza durante días. Y es que la aplicaría a tantas mujeres. Ellas trabajan, cuidan, evitan desastres, apagan fuegos, reinan en lo cotidiano, líderes en lo inesperado, con tiempo para todos, menos para ellas...abuelas, tías, madres. Mujeres, mujeres, MUJERES.

Siempre he pensado que si hiciera algo digno de dedicatoria, lo haría a las mujeres de mi vida. A esas dos abuelas, a esas hijas de Manolo e hijas de Florencio que me han enseñado lo que soy. Por su puesto a la señora que calceta, la primera en la línea de fuego, la que todo lo sabe y todo lo encuentra. Y también a mi tía María Teresa. Ella me vio la primera. Ella supo que ya siempre sería "la niña". Ella llamó e informó al señor de gafas oscuras. Ella, la profesora, la rebelde, la culta, la rojeras, la conversadora, la que hablaba cargada de razón, la que luchó. Y luchó. Hasta el final.

Todas me han acompañado en mi evolución. Las he escuchado hablar, charlar, criticar y discutir desde las cosas más importantes en la vida, hasta los puntos del revés de un patuco o el ingrediente secreto de un asado. Algunas veces a hurtadillas, otras con un "hay ropa tendida" por el medio. Yo atendía. En silencio. Y aprendía.

Ellas son una piña. Trabajan juntas. Con sus más y sus menos, que tenemos grandes personalidades por aquí, pero con sentido del humor y sobre todo con el sentido que es menos común de lo que su nombre indica.

Se habla. Se discute. Se ríe. Se comparte. Se ayuda.

Las Navidades se acercan y de nuevo la maquinaria se pone en marcha: pela, corta, friega, trae, lleva, compra, sirve, hornea, recoge...todo funciona gracias a ellas.

Mis abuelas primero, mi madre y mis tías después. Ellas son las que han hecho y hacen girar el mundo. Mi mundo.

Sin desmerecer a todos los hombres, muchos de ellos geniales, que pueblan mi vida, ellas mandan. Ellas me enseñan el día a día.

Ser mujer es difícil. No es victimismo. Es un reto que aceptamos encantadas. Y que, por suerte, las que me rodean, superan con creces. Qué señoras. De todo tipo y condición. Cojo una pizca de cada una y sólo espero estar a la altura. Porque, sin querer, me han enseñado lo que significa estar ahí y ser la pieza más importante del puzzle, sin que se note.

Puede que nos deslumbren las grandes personalidades, los personajes incomprendidos. Pero con los años, una se da cuenta que el verdadero encanto está en otros. En esos papeles que mantienen y dan ritmo a la obra. Destacar dentro de una coral es difícil. Ellas lo consiguen. Sólo hay que ver un poquito más allá.

Ellas hacen todo. Y todo lo hacen bien.

Graciñas.