NOTAS DE VIERNES

Cosas que tengo escritas en las notas del iPhone. Empiezan a no tener ningún sentido y me hace gracia leerlas todas seguidas. Son apuntes que hago para posibles entradas, noticias, recordatorios de cosas que me han pasado o simples notas mentales. Aquí algunas:

Roban la cabeza de Murnau
Nosferatu la vi en la Facultad de Bellas Artes previa advertencia a la profesora de que soy una cagada. Se rió de mí y me dijo que era una película de 1931. (Bueno pues algo de miedo daba, señora!) Ahora resulta que roban la cabeza del director del cementerio donde descansaba en paz. Me imagino a un grupo de emos-frikis-que-se-creen-vampiros desenterrando por la noche el cadaver del señor este para llevarse su calavera. Nada de fémures o tibias...Qué harán con ella? Algún ritual macabro? Cómo demuestras luego al resto de tus amigos raros que es la de Murnau? Es más, molaba tanto este señor como para querer su cráneo?

Primero fue descubrir que no es "Sopa de Caracol...guat a meri consu" sino "What a very good soup" y ahora que en la canción del taxi no dicen "yo, yo, yo, yo paré el Taxi" sino "cho, cho, chófer pare el taxi".
Bueno lo primero que tengo decir es que me parece una chunguez de canción. Que venga Rihanna o King África y haga algo. No voy a estar bailando este pseudo perro todo el verano. O a lo mejor sí. Lo peor es que es pegadiza. Empiezo con ese "Cho, cho..." y cuando me doy cuenta que la estoy cantando me callo por vergüenza. Aunque casi es peor estar diciendo "cho-cho" todo el día. 

Roque metiéndome la mano en la boca. Con sus uñitas. Y sus gritos.
Mi sobrino es un bebe de 10 meses con voz de camionero. Dice la madre que salió a mi hermano en lo escandaloso que es. No le voy a quitar la razón porque en mi familia tendemos a elevar la voz un poco. El niño quiere expresarse y que le entendamos en su idioma de cavernícola. Es difícil. Lo bueno es que a poca tontería que le hagas, se ríe y te enseña los piñitos de abajo. Te acercas, te toca la cara e investiga. Te mete la mano en la boca y se ríe. Te araña la parte de debajo de la lengua y tú lloras.

Comer es un placer. Y el que no disfrute comiendo es una lastima. 
Creo que esto no necesita explicación.

Las peluquerías de caballero tienen que ser todas una tapadera
No entiendo el negocio. Las hay unisex y cada vez hay más calvos. A mí que me lo expliquen.

No recuerdo cual era el trío pero para que toda la sección femenina de la mesa escogiese por unanimidad a Rappel antes que a los otros dos, la cosa debía estar muy malita.
El juego de escoger entre tres siempre anima cualquier cena. O a lo mejor eran las copas...pero tiene gracia ver las reacciones de las parejas con los ojos como platos "En serio te tirabas a esa??? Bueno...me parece increíble, si es una hortera!" o lanzándose pullas "Mira bonito...que tú eras de Terelu, no me fastidies!" Y a los hombres defendiéndose "Es que habláis de elegancia, de finura...aquí no se trata de eso" o "Sí claro mi amor, ahora Kate Moss es un trol, claro..."

Bebe en contenedor. El señor que salvó a niños.
Historias de personas que salvan niños, unos de un contenedor, otros de los nazis. Los primeros fue por pura casualidad y supongo que cualquiera habríamos hecho lo mismo. El segundo no. El segundo decidió jugársela por salvar a muchos niños que hoy tienen sus propias familias. Ver cómo lo reunieron con algunos de los que le deben la vida lo deja a uno blandito.

MIENTRAS DORMÍAS

- Mmm...Qué pasó?? Qué me perdí??

- Bff! Tomás vas a flipar cuando te lo cuente. 

- El qué???

- Mientras tú dormías pasó algo increíble. El pirata Dienteslargos salió de la pantalla y apareció aquí, en el salón!

- Quéeee???

- Sí! Y empezó a rebuscar por todos lados, como cuando mamá busca nuestros tenis sabes? Entonces vi cómo escondía algo en la caja de los puros de papá. Yo tenía mucho miedo pero me atreví a preguntarle "oiga! qué hace usted en mi salón y qué es lo que busca!" Él me contestó "Renacuajo! no te había visto ahí! Ahora has visto demasiado así que tendré que llevarte prisionero!" Y me cogió por el cogote y me arrastró como pudo, porque con su pata de palo no iba muy rápido pero tenía mucha fuerza y me hacía daño. Yo me revolví y como pude me escapé, entré en la televisión y aparecí en el barco pirata!

- Noooo!

- Sí! En las bodegas! Ahí encontré al príncipe Nisón maniatado. Le solté y me dijo "Corre! debemos huir antes de que vuelva el Pirata Dienteslargos" Sacó uno de los cañones y por el agujero nos lanzamos al mar. Menos mal que tengo una medalla de natación que gané en el cole porque tuvimos que nadar mucho hasta encontrar una roca en la que protegernos de los tiburones.

- Había tiburones??

- Bueno, era sólo uno. Blanco y con los ojos rojos. No sabes que miedo tenía Tomás. En la roca en príncipe Nisón sacó una caracola y sopló. Entonces un sonido muy agudo salió de ella. Tanto que tuve que taparme los oídos porque dolían como cuando buceamos a lo hondo. Y entonces...

- Qué?? Qué pasó??

- Dienteslagos!!

- No!!

- En un barco con tres de sus secuaces. Venían directos a por nosotros. Con cuchillos y espadas. Su diente de oro relucía porque estaba empezando a hacerse de día. Se acercaban muy rápido a nuestra roca. Yo tenía miedo y miré al príncipe Nisón que sacó un cuchillo y me puso detrás de él. Me dio una piedra y me dijo "Guárdala. Si Dienteslargos se hace con ella, estamos perdidos. Ya tiene la otra mitad" Yo sabía dónde estaba la otra mitad! En la caja de puros! Pero antes de que pudiese explicárselo una luz muy intensa nos cegó a todos. 

- Qué era??

- No lo sé, no veía nada. Venía acompañada de ese sonido agudo otra vez. Cuando por fin pude abrir los ojos estaba en una playa. Una barba blanca fue lo primero que vi. Y luego una corona. Era el Rey Sintón! Había acudido al rescate! Busqué en mi bolsillo y le entregué la piedra. Me explicó que él tenía la otra. Había estado aquí también y había rebuscado por todas partes pero no la encontraba. Entonces me dijo que con sus poderes mágicos buscó en tu cabeza para saber dónde la había guardado el pirata. Porque tú, aunque dormías también lo habías visto todo desde el sofá.

- Es verdad!! Alguien me tocó la cabeza!!

- Ves?? Pues gracias a eso la encontró y pudo venir a buscarnos. 

- Y cómo volviste?

- Me acompañaron hasta una cueva que había cerca de la playa y cuando estaba al fondo de todo di tres toques y volví al salón. Por aquella pared del cuadro de la señora gorda entré.

- No digas tonterías, Juan, y deja a Tomás en paz. Tu hermano se quedó dormido en el sofá un poco después que tú. Venga, los dos a la cama. Y fuera luces!! 

(...)

- Juan estás dormido? Juan! Juaan!

- Quéeéé?

- A mí me gusta más tu versión.

- Jaja, a mí también.

EL ESFUERZO

Vivimos en la cultura del esfuerzo. Esfuérzate y todo irá bien. Dalo todo. Todo. Hasta que no puedas más. Sólo entonces sabrás que, aunque no ganes, no habrá sido fallo tuyo.

Recuerdo que en el colegio había un apartado en todas las asignaturas que ponía "esfuerzo". Ahí podías destacar o no. Yo era muy aplicada y siempre creí que había que darlo todo y más. Hasta que crecí. Entonces empecé a sospechar de la cultura del esfuerzo.

No digo que no haya que hacer los trabajos bien, que no haya que esforzarse en las relaciones personales, que no haya que darlo todo por tu equipo. Digo que hay que hacerlo hasta que deje de compensarte. No es egoísmo. Es supervivencia. 

Me contaba mi primo Álvaro que él se mataba en el campo. Iba siempre a los entrenamientos y lo daba todo. Había otros muchos que no lo hacían, su esfuerzo era mucho menor. Pero a él le compensaba. Hasta que dejó de hacerlo. Empezó a pensar en él. Durante mucho tiempo no lo había hecho. Y, para alegría de su futura mujer, dejó el futbol amateur y ahora sólo disfruta con el que de verdad le apetece. 

Hay que poner las cosas en una balanza. Hasta qué punto quiero seguir así? Me compensa seguir así? Si cambia algo...entonces valdrá la pena el esfuerzo? 
El esfuerzo es algo que haces por una recompensa. Más sueldo, más reconocimiento, que te devuelvan lo que das, o, simplemente, sentirte mejor. Quererte más. 

Una amiga no pasó en una oposición. Aunque en realidad sí, pero por cosas de este sistema donde durante tanto tiempo tanta gente quiso ser funcionario, se quedó fuera. A ella le digo que tiene que seguir intentándolo porque se quedó a un paso. A por todas. Otra llevaba muchos meses sin ver a su pareja. Ambos decidieron esforzarse por una relación porque les compensa. Y viendo las fotos del reencuentro, no me cabe la menor duda de que valió la pena. Y sigue valiéndola. Sin embargo, cuando otra dejó su trabajo no pude más que darle la enhorabuena. Llevaba mucho tiempo amargada. Aquello no era cuestión de esforzarse más, era sufrir por algo que no vale la pena. Así que nos juntamos todas un lunes de cañas para celebrar. Como si de la canción de Amaral se tratase.

...algunas con dudas, otras con certezas. En algunos casos merece la pena seguir. En otros no. Y cuando llegas a esa conclusión, te sacas un gran peso de encima.

Yo creo que mientras te compense luchar por unas buenas notas porque el orgullo que te reportan es infinito, mientras te compense seguir estudiando para sacarte esa oposición, mientras te compense seguir aguantando a tu jefe porque crees que, a pesar de todo, estás aprendiendo y creciendo en ese trabajo, mientras te compensen los dolores del día después del partido a pesar de que cada patada te duele como cuatro...adelante! Ahora, en el momento en el que algo o alguien te suponga mucho más esfuerzo y sufrimiento de lo que te aporta, entonces hay que "partir peras" como dice mi amigo Juan, y seguir adelante.  

Se acabó. No lo intento más.

No es debilidad. No es egoísmo. Es supervivencia. Es querer ser feliz.

UNA HISTORIA DE AMOR (3)

No me gusta recibir llamadas de números desconocidos. Antes me alegraba porque podían ser ofertas de trabajo. Ahora me agobio porque seguramente serán trabajo. Algo que tendré que hacer o que aún no he entregado. Pero sigo cogiendo.

"Hola le llamamos de la jefatura de policía"

Entonces una ya se tensa. La policía no me gusta. No es que me haya metido en muchos problemas a lo largo de mi vida...cualquiera diría que me crié en las calles y pasé noches en el calabozo. Nada de eso. Pero sí que he tenido discusiones con ellos. La primera de pequeña, cuando un día de San Juan por aparcar un minuto delante del McDonalds a mi madre la multaron. Ella no se escapó haciendo un Esperanza Aguirre pero se cabreó bastante. Yo me sentí culpable y le pedí al policía que por favor no la pusiese, que fue un momento y que nos íbamos ya a ver las hogueras. Ni caso. Gesto de chulo, mirada al infinito. Lloré y todo. Nada. Luego hubo otras. Todas con idéntico resultado. Intentar razonar con un policía cuando ya ha decidido castigarte es imposible. Entonces lo único que me queda es decirles cosas como "Espero que esté orgulloso de su trabajo señor agente, así da gusto" "Cuidado niña" "No, niña no...esto está mal y usted lo sabe" "Quieres que te explique por qué no te voy a quitar la multa?" "No, quiero que se dediquen a hacer bien su trabajo y dejen a la gente que no hace ningún mal en paz" "Estoy cumpliendo con mi trabajo" "Y yo le felicito por ello, señor agente, es usted el orgullo del Cuerpo" 
Claro que no consigo nada. Ni si quiera quedarme más a gusto porque ellos siguen con su vida y yo sigo con la mía...y con una multa también. Maldiciendo. Aunque hacer frente común contra la policía une mucho. Son fuente de anécdotas y hasta de brindis.

Pero hoy la voz del agente era así como de buenas nuevas. 

- Tenemos tu cartera, nos la trajeron del PortAmérica
- Ah...ya...no contaba con ella. No tengo documentación.
- Pero sí que tienes la tarjeta del gimnasio, te localizamos por ahí. A otra gente la localizamos por Facebook. Es que tenemos muchas carteras.
(manda truco, el gimnasio va a tener una razón de ser y todo)
- Sí, creo que alguna tarjeta de visita también tengo pero lo había dado todo por perdido.
- Pues lo tenemos todo aquí. Incluido el dinero también.
- Cómo? EEEEN SEEERIO?? 
- Sí, sí, has tenido mucha suerte.
(yo en este momento ya lo encontraba muy sexy al chico este)
- Muchas gracias!!!
- Nada, mujer, gracias a ellos que lo trajeron
- De verdad que me ha alegrado el día
- Jaja, bueno, pues aquí te esperamos, cuando quieras pásate a recogerlo.
- Vale guapo!! 

Bueno esta última frase no la dije. Pero qué quieren que les diga, a veces una se enamora del mensajero. Del poli bueno. Del que te busca y te encuentra. 

Qué bien! Ahora PortAmérica ya sólo me debe unos 2 millones de neuronas y estaríamos en paz.

UNA HISTORIA DE AMOR (2)

- Ella era feliz. Se lo pregunté muchas veces.

- Porque tu madre era una persona feliz. Y lo habría sido sin mí. En cambio yo no sé si lo habría conseguido sin ella. Pero tuve esa suerte. Tuve la suerte de que ella viese algo en aquel muchacho de 22 años sin oficio ni beneficio...

- ¿Supiste desde el principio que era ella?

- ¡Qué va! Ahora te puedo decir que ni si quiera quería a tu madre cuando me casé con ella. Antes las cosas eran diferentes. No es como ahora que tenéis que esperar a tener la vida resuelta para empezar a compartirla con otro. Nosotros nos conocimos con cada hijo, con cada embiste de la vida, con cada discusión...Y al final, resultó ser la mejor compañera posible.

- Pero entonces ¿no estabas enamorado de mamá?

- Hasta las trancas. Pero lo supe después. Un día, recuerdo...jaja, madre mía...Estaba en el sofá fumando en pipa y ella entró como un torbellino en el salón. No teníamos agua y estabais todos con diarrea. Era verano...tu hermana Juana era un bebé, Kika debía tener 2 años y Luis 3. Paco ni había nacido. Tú andabas por allí a mi lado jugando con un tren que te encantaba y enfadado por tener que llevar pañal. Aquella casa era un poema. Yo no ayudaba demasiado, en eso vuestra madre os educó bien. Entró gritando. Llevaba un pañuelo en la cabeza e iba medio desnuda, hacía mucho, mucho calor. Que si esto no podía ser, que aquello era inhumano, que además teníamos una fiesta y estaba sucia. "Martín, huelo mal! Vivimos entre la mierda! Levántete del sofá y ayúdame pedazo de cabrón!" La recuerdo moviéndose entre el humo de la pipa. Insultándome. Vi cómo la observabas con la boca abierta. Estaba hecha unos zorros, con ojeras y al borde de las lágrimas. De pronto se calló y empezó a reírse. En la radio sonaba Frank Sinatra, "That's life". Me levanté y la saqué a bailar. Fue uno de esos momentos...Era imposible no quererla. Estaba muy enamorado de tu madre. 

- Y mamá de ti.

- Bueno, en eso tenéis mucho que ver vosotros. Vuestra madre fue la que llevó esta casa, la que me levantó cuando caí, la que me aguantó cuando nadie más lo hizo, la que cuidó de todos...Ella hizo más que yo. Y yo no siempre lo vi. Sólo al final, cuando dejé de ser tan egoísta. Y con eso tendré que vivir. 

- ¿Qué es lo que más echas de menos?

- Muchas cosas. Su carcajada cuando le hacía gracia alguna broma que le hacía, su tarta de almendras, su forma de arreglarse el pelo, encontrármela en la cocina bailando sola, recordar con ella anécdotas...Pero sabes lo que más echo de menos? El sexo los domingos.

- ¡¡¡¡¡Papáaaaa!!!!!

- ¿¿Qué?? ¡Es cierto! 

- Pero ¡¡si tienes 86 años!!

- ¿Y ya no soy humano o qué? 

- Coño, con lo bonita que estaba siendo esta conversación. Ahora no me quito esa imagen de la cabeza.

- ¡Ja! Si yo te contara...tu madre era una auténtica...

- ¡¡¡PAPÁAAAA!!!  Me largo.

 

EL PERRO SE COMIÓ MIS DEBERES

O fue el PortAmérica? Pero ya no hay nada que hacer. Reto no conseguido. La entrada del 18 de Julio se quedó en blanco y eso que era el cumpleaños del jefe.

Lo celebramos con una Martina a la que habían despertado. Ya he hablado aquí de lo terrible que es tener sueño. Pues peor aún es tener sueño y a un bebé al que se lo han cortado. "Pero qué quieres?" "Duérmete mujer que te estás cayendo" "Dime lo que quieres!!" "No sé hablar aúuuuun!!" "Andamos? No corras, espera!" y ZAS! Por tía buena (o buena tía), por salir detrás de una niña que no teme a la muerte y, sobre todo, por torpe, me choqué con el marco de la puerta y ahora luzco un tatuaje que recuerda a un agujero negro absorbiendo una galaxia.

La culpa de todo esto la tiene el PortAmérica. Un Festival del mal. Donde una se dedica a estar tan tranquilamente entre los dos escenarios. Sin molestar a nadie. Botando desde lejos con las canciones que conoce y hablando con otras gentes en las que no. Comes algún pincho gourmet y te vas a casa. O eso crees que es lo que has hecho. Porque al día siguiente, que vuelves a la escena del crimen, te cuentan que no, querida. Que hay lapsus e historietas que te perdiste, otras que te recuerdan y un ligero dolor de cabeza que se tapa con otra cerveza te convence de que a lo mejor no fue todo tan tranquilamente. Luego acabas botando otra vez ya en el meollo y todo. Y al día siguiente ves tus tenis y fotos en el móvil...y ambas cosas te hacen decir "mi madriña..."

Pero la conclusión es que lo pasamos pipa y bailamos sobre la tumba de todo el que nos caía mal, cantamos a gritos desde aquí, desde nuestra casa, fuimos antiguos pero modernos y le dijimos a todo el que quisiera hacernos cambiar,  que no, que no, que no, que no

Como conozco a la gente que lo organiza y de vez en cuando hasta me paso por sus oficinas, les voy a felicitar desde aquí. Porque sé que es mucho trabajo el que hay detrás y consiguen que cada año queramos volver. Noraboa socios!

 

Todo bon

Todo bon

MOLLY, LUIS...Y AHORA MARTINA

Podría decir mucho sobre Molly y Luis. Sobre lo muchísimo que jugué con ellos. Sobre cómo a ella la enseñaba a sumar y la llevaba al colegio vestida de uniforme y cómo a él me encantaba tocarle el pelo y achucharlo.
Podría explicar por qué son los únicos juguetes que conservo. Y lo mucho que entiendo al chaval de Toy Story cuando le cuesta tanto regalar los suyos.

Podría. Y por lo general este es un blog de palabras.

Pero a veces una imagen...

1993-2015

1993-2015

 

 

DE POR QUÉ SOY UNAPIRANHA

Mucha gente me ha preguntado de dónde viene lo de ser una Piraña. Muchas veces he tenido que explicar que sí, que yo estaba gorda pero no, no tanto como el personaje de Verano Azul.
Hoy, en el día de mi onomástica, creo que es un buen momento para explicarlo aquí.

Mi nombre completo es Carmen González García (premio al que ponga los apellidos en orden) Es un nombre con el que he aprendido a vivir, que no me convencía mucho pero que ahora me encanta. Aunque, como explico en esta entrada de hace ya 5 años (mi maaaadre) casi nadie me llama Carmen. La última variante: Carma, en catalá. 

Corría el año…91 pongamos. El jefe por aquel entonces sólo era “papá”, un cuarentón que ya llevaba gafas oscuras. A menudo me pedía que fuese al sofá con él y me tumbaba encima de los cojines del respaldo. Y ahí cabía yo. Debía ser bastante pequeña. De vez en cuando se “cegaba” y me daba un poco de miedo. Mi padre siempre ha sido, como ya lo fuera el suyo, muy de poner motes y muy de insultar. Cariñosamente, pero insultar. “Choriza” “Pirata de la peor especie” o “Maricalla” están entre sus preferidos. Mi madre es “La Garci” y yo era su “Princesita”.

Cualquiera que me conozca sabe que yo de esto tengo más bien poco. Bien, pues de pequeña mucho menos. Un día me harté. Supongo que coincidiría con la época en que quería dormir solo con la parte de abajo del pijama como mis hermanos y pedía coches teledirigidos el día de mi santo. Uno de esos días me revelé y la conversación fue tal que así:

- Papá, no quiero que me llames Princesita
- Y cómo quieres que te llame entonces?
- Nécora
- ¿Nécora? No…mejor Piraña

Y Piraña se quedó. Pira para los amigos. Piraña a gritos cuando llamaban al fijo de casa con el consecuente partimiento de risa al otro lado del hilo telefónico. Piranha con “nh” en lugar de “ñ” cuando llegó la época de hacerse 2.0 y abrirse un fotolog, que luego fue un blog, un twitter, instagram y hasta esta web.

Unapiranha es mi firma. En la del DNI hago un garabato que pone Carmen y que tengo que explicar de cada vez que voy a renovarlo. Pero unapiranha es la que escribe, dibuja y, ahora, firma trabajos de persona mayor. A veces hasta los cobra.

Pero lo de firmar los dibujos es algo que se me olvida. Hace algo más de un año, estaba en el trabajo un poco deprimida y reparé en la pobre flamenca del WhatsApp que siempre tenia que esta contenta. Y pensé que era injusto. Que seguro que ella también tiene un mal día, de esos en los que tienes que irte al baño a llorar desconsoladamente. No sé bien cómo ni por qué llegó a una presentadora del telediario y al tuitearlo tuvo una gran respuesta. 

Pero estaba sin firmar. Así que nadie sabe que lo hice yo. Lo cierto es que los dibujos, una vez los acabo, ya no los siento como míos. Yo lo que quiero es sacármelos de la cabeza cuanto antes. Porque me gusta que estén por ahí. Que los vea la gente y que les gusten. En cualquier actividad creativa como la ilustración, la pintura, la fotografía o la escritura, lo que quieres es compartir algo con los demás, expresar algo con ello y que la gente se sienta identificada. Quieres gustar. 

Ahora cada vez que me olvido de firmar algo tengo un par de comentarios sarcásticos del estilo “sin firma! qué bien, me lo copio!” Pero copiar es fácil. Con y sin firma. Todos nos inspiramos en algo anterior. Lo que hay que tener es un estilo definido y conseguir que la gente no quiera imitaciones. Es muy difícil. Pero es a lo que se debe aspirar.

A mí me gusta que guste lo que hago. Con o sin firma. Y cada vez que alguien me dice que ha visto la flamenca en algún sitio, yo me alegro. Mucho.

Aún así, procuraré firmar. Más que nada por eso de que hay que comer y pagar el alquiler. Y lo haré como unapiranha. Con una raspa de pescado debajo que ha sido la última incorporación. Después de muchos años dándole vueltas, ahora tengo hasta logo!

Mi madre siempre me recuerda que “Parece mentira que aquel mote se haya convertido en tu firma” y acto seguido el señor de gafas oscuras salta con “Pero di la verdad, Piraña, quien te dio la idea de la espina eh? La voracidad de una Piraña? Yo es que soy un monstruo. Me río de los creativos”

Pues eso. Que quise ser una Nécora pero me quedé en Piraña.

Aquellos días rebeldes...

Aquellos días rebeldes...


UNA HISTORIA DE AMOR

Mierda, mesa. Y aún encima de espaldas. No estoy ya suficientemente nerviosa como para marearme ahora en el tren. Qué coñazo. No quiero chocar con las piernas de nadie, joder. Se me va a arrugar el vestido fijo. A lo mejor tenía que haberme puesto vaqueros y pista. No dicen que en las entrevista tienes que ser tú mismo? Bueno, por lo menos voy plana. En tacones quería Miriam que viniese! Ja! Está loca. Claro, como ella es un tapón delgado. Pero lo cierto es que hacen mejor tipo....aunque la opción del pantalón negro…no, no, descartada, con este calor…En fin, no lo pienses más, música y a dormir. Pero que no se te corra el rimmel!

AY! Qué coñ…uy! Qué guapo! Nada, nada. Perdonado! con esa sonrisa como para no hacerlo. Trajeado y engominado…Sonríele, parva! Que luego dicen que eres una borde. Bien. Contacto visual. A ver, a ver…Uf! Confirmado, qué guapo! Este chico no es de por aquí…Era alto? no te fijaste. Y los zapatos? Mmm no los veo con la mesa. Pero la corbata y el traje bien. Muy bien diría yo. Trae mochila! Qué mono. A ver qué saca? Libro! Bieeen! Cuál? El Principito? Ay por favor qué riquiñoooo!

Qué es lo que vibra? Es mi móvil? Ah no, el suyo. Corre, baja la música.

- Mamá? Sí ya en el tren. No, no te preocupes. Sí todo bien. Jaja vaaaale. Gracias! El qué? Ah! cierto! Menos mal que me lo recuerdas! Ya, madre no hay más que una. Un beso.

Pero qué moooooono hablando con su madre. Y qué voz grave! Tiene los ojos verdes? Parecen, no? Cómo se llamará? Tiene cara de Juan. O de Luis. Pero cuánta gomina no? Ay, Gominitas…no pasa nada, eso se cura. Te puedo llamar así, “Gomintas”?

- Hola, llamaba para anular una cita que tenía hoy. Sí, soy Pablo Quiroga. Vale, gracias!

Pablo! Me gusta Pablo. Hola Pablo! “Hola Clara, a simple vista me pareces una mujer guapa e inteligente. Quiero que cenemos juntos. Te contaré sobre mi trepidante vida y verás que soy un chico muy interesante a la par que familiar y muy, muy gracioso. Me atraen las chicas independientes y un poco idealistas como tú. Que tienes kilos de más? Dónde? Yo no los veo! Me gustan las chicas que comen bien. Creo que las mujeres tenéis un papel fundamental en la vida. Sois la leche.” Ay Pablo, cómo eres chico…”Lo digo en serio. Quiero conocerte y recorrer el mundo contigo” Buenooo tampoco flipes, bonita. Qué empalague! Un toque chulo tampoco va mal. “Soy de esos que no te va a contestar en varios días así que dame una respuesta, aquí y ahora: Te recojo después de la entrevista y nos vamos por ahí?"

- Vale!

Mierda. Lo dije en alto? Te está mirando. Disimula! Mira por la ventana. Ay Pablo, Pablo…ahora suena Eu sei que voute amar, será una señal? Bueno venga! céntrate, coño! Modo entrevista. Piensa lo que vas a decir. No te cortes en preguntar. Sé tú mismEs que no se puede ser tan guapo! Aunque en realidad no lo es…fíjate bien, es atractivo. Eso es incluso peor! Qué nariz! Y que ojos! Y ya te está mirando otra vez. No me extraña, córtate un poco. Venga, cierra los ojos. Piensa en cosas relajantes…la playa, la hamaca del jardín, una bañera llena de agua…Quiroga Penela. Suena bien no? Juan Quiroga Penela. Clara Quiroga Penela. Cuántos hijos queremos Pablo? 3? 4? Dios. Clara, Cállate. Menos mal que no puede oírte.

Llegamos. No te olvides nada. A ver, un último vistazo…Sí definitivamente eres muy atractivo, chaval. Tienes algo. Y además alto! Y bien de zapatos! Llámame!! Dale tu número! Pero qué dices, loca?! Y si eres el hombre de tu vida qué? No vas a volver a verlo nunca! Tenías que haberte bajado la aplicación esa que te dice quién está cerca de ti. Aunque este no tiene pinta de tener de eso. Bueno...es un hombre. Pero tendrá novia…claro! Da igual. La deja por ti…lo vuestro es amor verdadero. Se nota. Sí, creo que le quiero. Adios mi amoooor! 

- Hola venía por la entrevista. Mi nombre es Clara Penela.
- Sí, espera un momento en ese sillón por favor

Pero qué…qué hace aquí?? Pablo? 

- Hola.
- Hola. 
- Vienes por la entrevista?
- Sí…tú?
 -También. A ver qué tal
- Ya...

Pero…es broma? Qué mierda es esta? Cómo que vienes a esta entrevista también? Y de traje! Y esos calcetines rojos? Pero antes te habían encantado. Bueno pues ahora me parecen de flipado. De flipado de mierda. De qué coño vas? Flipado! Que no me sonrías! Será tía la entrevistadora? Estoy perdida. Mierda! Quiero este trabajo, coño. Tiene pinta de tener todos los masters del universo el cabrón. Joder. De qué va quitándome el puesto? Que no me mires, gilipollas. Y quítate esa gomina y deja de flipar con El Principito. Quién coño lleva El Principito en la mochila? Alguien que va de guay, no me jodas. El puesto es mío. Me oyes? Me lo merezco. Me da igual que seas muy guapo. Espera un momento…esos ojos son marrones! marrón caca común! Que ni si quiera eres tan atractivo! Que mucho lirili y poco lerele! Pablo Quiroga eres un bluff, te llama tu madre, corre a cogerle. Pablo Quiroga vete por donde has venido. Fueraaaa! Buuuuu! Le huele el aliento, fijo. 

- Pablo?
- Sí, voy. Bueno…mucha suerte!

Diooooooos cómo te odio!

LA TORPEZA

Hace unos días hablábamos de quién había sido mala de pequeña. Quién era de las se metía con otras y quiénes eran pringadas. El mundo se divide en estos dos grupos de los 6 a los 16 años. Los que nos conocieron de mayores alucinaban porque en la vida habrían dicho que esas eran las que manejaban el cotarro a esa tierna(?) edad en la que nada tienes muy claro, el mundo parece pasar ante tus ojos y tú sin entender demasiado. En el caso del Presi yo creo que como era la más alta pues imponía bastante. Claro que luego se quedó de ese tamaño y ahora no impone un carallo (aunque sigue teniendo bastante mala leche) Las otras malas se reformaron también y ahora solo dicen maldades por chats comunes.

Yo era de las pringadas. Y torpe. Lo segundo lo sigo siendo. Lo primero muchas veces pienso que también. Sobre todo cuando viajo en Ryanair o veo sueldos de otra gente. Tenían hasta una muletilla en clase que decían a coro cada vez que se me caía el estuche, un diccionario o la tapa del pupitre "Tenía que ser Carmen" (con mucho énfasis en la E y la I)

Esto no era nuevo para mí. La tiña Pinky, que me quiere mucho y yo a ella, lleva diciéndome desde que tengo uso de razón que soy "Tooooorpe, coño, torpe!" 

De un tiempo a esta parte mi fijación es con los vasos de agua. Casi tiro el agua de la mesa de al lado en un polaco, tiré definitivamente todo un vaso de agua en un italiano (y al camarero no le sentó nada bien) el otro día en casa, encima del teclado y hoy volví a hacerlo en el trabajo.

Be water my friend.

Cuando acabé de limpiar el agua quise rematar mi hazaña encestando con el vaso de cartón de té que había encima de mi mesa y que creía vacío, en la papelera. Pero qué ocurrió? Pues que fallé. En mi defensa diré que tocó aro. Pero fue casi peor porque se abrió y mojó la silla de mi compañero Santi.

Ese mismo té me lo había subido él el día anterior. 

Santi es un hombre con paciencia infinita. Yo aun no sonseguí agotársela a pesar de que le pongo mis listas de canciones todo el rato. Incluso la de "fuiste joven". Él de ríe desde su silla tan inclinada que casi podría decirse que trabaja tumbado. Santi me da trucos de diseñador experimentado y alucina con que no conozca algunas de las herramientas más básicas. Dice que me complico mucho pero yo creo que es que al final siempre vuelvo a lo que conzco mejor que es el lápiz y el papel. 

Santi ha decidido que ya está harto de que decirme canciones para que ponga, así que hemos hecho una lista colaborativa. Le puse el nombre de la empresa pero podía dar lugar a error así que él me dijo que la llamase de otra forma y así se quedó. "De otra forma": La lista donde Santi mete su música guay. Porque Santi es Dj a tiempo parcial además. Lo tiene todo, chico!

Santi me da sustos y se parte de risa. Me pregunta por los trabajos que hago y me ayuda cuando me atasco. Pero nunca impone. Y siempre está todo bien. Luego pasa por sus manos y todo está mucho mejor. Yo le planteo mis dudas existenciales en alto como "No crees en que hay que dejar de engañarse, que ser diseñador consiste el 70% del tiempo en hacer selecciones y el otro 30% en agrandar logos" Y él me contesta que "Seeeh" 

Trabajar así está bien. Santi nunca se enfada. Ni si quiera cuando le mojo la silla o le doy más chollo del que le quito. A cambio yo canto en alto y le cuento historias.

Creo que es un buen trato.