Hace unos días vi Beginners. Una película que, sin tener nada que ver, me causó un efecto parecido al de "500 días juntos" en su momento.
Es una película que describe una belleza triste o una tristeza bella.
Entre los protagonistas encontramos al Capitán Von Trapp. Menos intimidante y mucho más interesante que cuando nos conocimos hace ya tantos años en aquella cinta VHS que la abuela Nené me regaló donde ponía en rotulador negro "Sonrisas y lágrimas". Con aquel uniforme, aquel silbato y su emocionante "Edelwaiss"...pues bien, he de decir que los años y las canas le han sentado divinamente a Christofer Plummer y haciendo de hombre que sólo al final de su vida se decide a vivirla plenamente, está espléndido (que es un adjetivo que sólo se me ocurre utilizar con gente mayor, no me pregunten por qué..."pues Fulanita está espléndida a sus sesentaipico"...)
Ella es ideal. Con ese acento y esa esencia tan típicamente francesa. Y ese peinado perfectamente despeinado. El pelo lacio y rubio que cae en mechones dándole un aire amable e indefenso pero al tiempo dan ganas de descubrir más. Callada. Pausada. Con una mirada penetrante y boca que parece decir que "todo va a ir bien". Es una incógnita de mujer con aire bohemio y vida vacía o por ordenar. O por comenzar...
Y él...él es perfecto. No sé qué tendrá este escocés que haga lo que haga me gusta. Siempre correcto. Con esa sonrisa que bien le vale a un yonki, que a un poeta, que a un caballero Jedi o a un playboy. Tanto da. Ewan McGregor es un buen actor. Y en esta película hace de hombre triste. De hombre que lo ha pasado mal y lo dice todo con un tono monótono que en cualquier otro hubiese resultado cansino pero que él consigue hacer interesante. Además dibuja...qué más puedo pedir.
Abro un yogur de esos que me encantan y que voy a echar de menos, natural con miel. Miel verdadera que hay que volcar en lo blanco y va cayendo como en una piscina que se llena lentamente. Muy lentamente. Y mientras dejo que el proceso se complete me empapo de la película.
De Beginners me encanta su estética. Por gustarme me gusta hasta la caligrafía del titulo, tan complicada de que quede bien. Porque la caligrafía es algo muy personal. Pero es que esta es una película de personas. De personas tristes que se encuentran. De personas felices que se mueren. De retazos. De recuerdos. De silencios. De música de piano acompañada de una voz melodiosa. De fotogramas que son postales. De dibujos a rotulador.
Esta película tiene varios filtros. Filtros azules de tristeza y amarillos de recuerdos. Pero recuerdos fríos.
Me gustan los colores porque, como casi todo en la vida pueden ser muy contradictorios. Puedes encontrar amarillos fríos y azules calientes.
La tensión de los opuestos que le llaman. Así vivo yo desde siempre. En una continua tensión entre opuestos. Entre el realismo y el optimismo, entre el arte y el orden, entre la noche y el día, entre cafés y sofás, entre procrastinar y organizar, entre tostadas con mantequilla y yogures bajos en calorías.
Y la miel sigue bajando. Es líquida o sólida? La miel me encanta.
Beginners es como un collage de pequeñas notas. ApunTes. Pinceladas controladas que parecen no decir nada pero luego te das cuenta que reflejan una idea. La película es triste porque hay muerte. Pero en realidad lo es porque te explican cómo era alguien que ha dejado de existir. Y sin querer, le echamos de menos, aunque sea ficción. Te da la clave de lo verdaderamente duro de algo tan común. El hecho de que nunca más vas a poder hablar con esa persona.
La película parece una libreta de recuerdos y pocas cosas me gustan más que una libreta usada.
Y la miel sigue bajando.
Siempre hay muerte como siempre hay vida. Otra vez los opuestos. Así que la otra conclusión que sacamos de algo tan común como la muerte, es que siempre se puede seguir. Los que nos quedamos. Tristes. Pero seguimos. Es una película de principios y finales.
Se puede estar triste. Beginners me encantó y me puso melancólica. Porque lo bonito a veces es triste.
Y la miel que ha dejado de bajar se me pega a la cuchara y forma una pasta deliciosa con el yogur. Bajo en calorías, claro...engañada de mi.